Susana Díaz
Amparo Rubiales: «Sería buena una renovación del PSOE-A, Díaz no pudo gobernar y perdió las primarias»
Es «contraria» a que sólo los jueces nombren al CGPJ porque «¿quién los controla a ellos?»
Es abogada, doctorada en Derecho y un referente socialista y feminista. Amparo Rubiales (Madrid, 1945) ha dejado su impronta gracias a un fecundo currículum regado de cargos públicos, pero esta semana ha saltado a la actualidad por un tuit. La ex presidenta andaluza y líder del PSOE-A, Susana Díaz, compartió uno previo para felicitar el «día de la Fiesta Nacional» este 12 de octubre, y ella lo mencionó sumándole: «Duele no estar, ¿verdad? ¡Te lo has ganado a pulso!». A partir de ahí comenzó una hemorragia de reacciones.
–¿Le ha sorprendido la polvareda levantada por un tuit?
–Me he quedado absolutamente perpleja. A las personas de mi generación como que les da miedo las redes sociales, pero yo soy muy tuitera. Me sirve para comunicarme con la gente y expresarme. No suelo decir nada en contra de mi partido, pero ese día me salió al leer su tuit y ni me acordaba. Me sorprendió la respuesta, sobre todo la de Verónica –Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla–, que creo que es la que ha organizado el escandalillo mediático –«Duele verte atacar a otra compañera que además es la secretaria general del @psoedeandalucia. Desde el cariño y respeto que te tengo creo que está fuera de lugar», le replicó, en esencia–. Luego, como sois así, lo saca un medio y todos detrás. He sido siempre bastante libre, pero en Twitter y a estas alturas de mi vida, imagínate. Aunque nunca pensé que esto podía pasar y no lo entiendo. No tiene mayor trascendencia que una opinión mía, por otra parte, bastante conocida.
–¿Cree entonces que el futuro del PSOE-A pasa por la renovación y por que Susana Díaz no continúe al frente?
–Pasa por lo que decidan los militantes, pero creo que sí, que sería buena una renovación porque la secretaria general del partido no sólo ganó las elecciones pero no pudo gobernar, sino que tiene un problema que es que perdió las primarias de una manera muy dolorosa y fue muy duro para ella, para el PSOE y para el PSOE de Andalucía y la historia no se puede volver a escribir ni se puede olvidar, está ahí. La apoyé hasta el final, pero cuando ganó el que ganó –Pedro Sánchez, el ahora secretario general de los socialistas y presidente del Gobierno central–, pues se ha terminado.
–¿Y tiene algún candidato favorito para sustituir a Díaz? Ya suenan algunos nombres...
–No, y además creo que no es el momento. Este país está ahora mismo para dos solas cosas: la pandemia y la recuperación económica. Hay que poner fin a la crisis sanitaria y aprobar los Presupuestos para que los fondos europeos lleguen y no podemos perder ni un segundo ni tener más objetivo que ése. No me parece nada bien la antipolítica que se está creando, el ambiente en el que estamos viviendo cuando se está muriendo la gente y todo esto de quién va a ser y no, me parece absolutamente ridículo en estos momentos.
–¿Los políticos han estado a la altura en la pandemia?
–Estoy leyendo un libro que se llama «Una violencia indómita. El siglo XX europeo», de Julián Casanova, un catedrático de Historia de España de Zaragoza, y por una parte me entra muchísima angustia por cómo fue ese siglo, pero por otra me da alegría porque me digo, aprendemos algo. ¿Estuvieron los políticos del siglo XX a la altura de lo que ocurrió? Pues hemos mitificado a muchos, por ejemplo, a Churchill y perdió unas elecciones. ¿Lo han estado ahora? ¿En España o fuera? En EE UU tuvimos a Obama y ahora a Trump, tuvimos a Lula da Silva en Brasil, y ahora a Bolsonaro. El panorama mundial es complejo ¿Pero es sólo la política, o también los medios, los científicos...? ¿Escuchas a dos o tres expertos que digan lo mismo? Aunque los políticos tendrían que ser capaces de salir por encima de todo esto. Me parece que el PP tiene un problema gordísimo con Vox pisándole los talones, cuando la extrema derecha había estado siempre integrada dentro, y eso está haciendo que Pablo Casado no sea capaz de entender que hay que tirar para adelante. Aquella oportunidad de que Sánchez y Albert Rivera, no el último Rivera, hubiesen hecho un pacto se quemó y tal vez hubiera sido mejor o igual...
–¿Qué opina de la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)?
–Llevamos con un órgano caducado desde hace dos años, en contra de lo que dice la Constitución. ¿Ese órgano es constitucional? Es una interrogación que se puede hacer perfectamente. En derecho administrativo se decía que había un delito o un acto administrativo ilegal que era la prolongación de funciones. Si un funcionario dictaba un acto cuando ya no tenía ese cargo, era nulo. ¿Y esto no es prolongación de funciones, es legal, legítimo? Me caben muchas dudas.
–¿Y cómo debería renovarse?
–Como hay que hacerlo, pero cuando una de las partes que tiene la llave para la renovación en su mano dice que no y pone condiciones que no se pueden admitir, como apartar al socio de gobierno, pues qué haces, buscar otro mecanismo. Soy contraria al nombramiento del CGPJ sólo por los jueces. Sólo nos faltaba ya, porque ¿quién los controla a ellos?
–¿Pagarán las mujeres la peor parte de la crisis?
–Sin duda ninguna. Las que se van a quedar teletrabajando en su casa son ellas y van a aprovechar para hacer la comida, limpiar, tener la ropa preparada... No siempre, afortunadamente habrá parejas que compartan, porque ya hay muchos hombres que no tienen esa concepción antigua y machista, pero sí. Y la brecha salarial está ahí. La pandemia va a hacer daño a las mujeres jóvenes que se quieran incorporar al trabajo y habrá dificultades con la maternidad, la conciliación, la corresponsabilidad... Así llevamos casi tres siglos. Las mujeres europeas tardaron 80 años en conseguir el voto. Se nos olvida la historia, se nos olvidan las cosas y le damos importancia a lo menor.
–¿De qué lado estaba en la polémica sobre la ahora retirada Ley de libertad sexual que enfrentó a parte del feminismo con el ministerio de Irene Montero?
–La ley, en efecto, de momento está retirada y quiero ver el proyecto que presente el Gobierno. Dentro del feminismo ha habido debates de todas clases, géneros y colores. Nos hemos matado por el feminismo de la igualdad o el de la diferencia, por el partidario o el de sólo de la militancia feminista... Y qué hemos hecho, ir sumando, por eso es tan plural y diverso. Hay muchas teorías que tienen aspectos que me parecen bien y otros mal, pero nunca me verás en ninguna guerra contra nada de lo que algún sector del feminismo pueda plantear. Estaré por integrar y no por confrontar.
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