Susana Díaz

Presupuestos andaluces 2021: Madrid decide

“En plenas negociaciones de los presupuestos autonómicos, comprenderán cómo se han tomado en San Telmo el sulfuro disparado contra el partido que decidirá si se aprueban sus cuentas para el endemoniado 2021 que asoma en el horizonte”

El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (d), junto al vicepresidente de la Junta, Juan Marín (i) tras la segunda jornada del Debate sobre el Estado de la Comunidad en el Parlamento de Andalucía
El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (d), junto al vicepresidente de la Junta, Juan Marín (i) tras la segunda jornada del Debate sobre el Estado de la Comunidad en el Parlamento de AndalucíaMaría José LópezEuropa Press

Por encima de su inanidad política y de la modorra entreverada con alipori producidos por la retórica pedestre de los oradores, el denominado Debate del Estado de la Comunidad tuvo la utilidad de servir como prueba de vida de Susana Díaz, a quien sus más optimistas seguidores imaginaban de retiro anacoreta mientras que los escépticos la daban por amortizada y sepulta. A ella se parecía el espectro balbuciente, como de coro shakesperiano, que replicó el discurso del presidente Moreno, con prisa por superar el trámite regional porque se maliciaba, quizás, que Pablo Casado escribía a esas horas la carga de profundidad contra su socio parlamentario que puede dinamitar la legislatura. Pero la ruptura del PP con Vox, saludable para quienes pensamos que todos los populismos son igual de tóxicos, no se debe a un súbito arrebato de responsabilidad en la sede nacional de los conservadores, sino a un cálculo perpetrado con la frialdad ofidia –¿sigues ahí, Arriola?– que llevó a Mariano Rajoy a ganar las legislativas de diciembre de 2015: todo el poder territorial será sacrificado en el altar de culto al líder ubicado en la séptima planta del número 13 de la calle Génova. En plenas negociaciones de los presupuestos autonómicos, comprenderán cómo se han tomado en San Telmo el sulfuro disparado contra el partido que decidirá si se aprueban sus cuentas para el endemoniado 2021 que asoma en el horizonte. El jueves al mediodía, en cuanto se sustanció la somanta de palos a Santiago Abascal, perdió todo lo dicho a comienzos de semana en la cámara regional su ya de por sí escaso interés. Y volvió a quedarnos cristalino que, rigodones parlamentarios aparte, lo que en verdad es trascendente para Andalucía se decide en Madrid. Mal que les pese a nuestros prohombres de provincias.