Un paseo por el mundo

En estos días de confinamiento, en los que la consecuencia menos dramática es la imposibilidad de viajar, recurrir a un libro puede ser una inmejorable alternativa para conocer otros mundos. Una de las más recientes novedades es el entretenido «Atlas de fronteras insólitas», que incluye más de 50 puntos de todo el planeta en los que las delimitaciones entre países son conflictivas (como en Nagorno Karavaj, disputado por Armenia y Azerbaiyán), permanecen sin solución (la línea verde que parte en dos Chipre y su capital, Nicosia) o son lugares desconocidos; es el caso de Llívia, localidad española enclavada en Francia, y de Passport Island, terreno artificial unido a través de un largo puente a Arabia Saudí y a Bahréin. Sobre este pequeño país, Emilio Sánchez Dávila ha escrito «Una dacha en el golfo», de lectura más que recomendable gracias a la capacidad de su autor para relatar, de forma amena, hechos históricos, sociales, políticos y religiosos de Bahréin, a la vez que comparte sus pensamientos y experiencias como expatriado. Nacido con una vocación completamente diferente, «El imperio español en Oceanía», del historiador cordobés David Manzano, acerca al lector a los lejanos dominios del Pacífico. El resultado es un trabajo que profundiza sobre la presencia española en Filipinas y en las islas Marianas y las Carolinas. El acercamiento que realiza Patrick Radden a una Irlanda del Norte azotada por el terrorismo en «No digas nada», elegido mejor libro del año por prestigiosas cabeceras, es realmente apasionante. Comparte con el anterior título el rigor en su elaboración, pero difiere por su redacción como excelente reportaje periodístico.

Pleno de actualidad es «Una advertencia», cuyo autor anónimo, alto funcionario de la Administración Trump, denuncia las derivas de éste. Por su tremenda conexión con los resultados electorales resulta muy impactante su último capítulo, dedicado a los votantes republicanos y demócratas, en el que expone su preocupación por el peligro de una derrota de Trump por la mínima.

Aunque relata hechos sucedidos entre enero y abril, «La gran catástrofe amarilla», de J. J. Benítez, también se inserta en la actualidad por el virus que nos asola. El «Costa Deliziosa» era un crucero destinado a dar la vuelta al mundo, con el autor del libro entre sus pasajeros, que vieron como casi todos los países cerraron sus puertos en los inicios de la pandemia. De cómoda lectura y estructurado a modo de diario de viaje, no decepcionará a sus lectores.

En cuanto a la ficción pura, también se encuentran novedades que nos permiten conocer otras realidades como la coreana a través de uno de sus escritores más consagrados, Hwang Sok-yong, que plasma en «Al atardecer» sus preocupaciones sociales en una historia que se adentra en el pasado y que se lee con fluidez gracias a su prosa límpida. En «No todos los hombres habitan el mundo de la misma manera» el francés Jean-Paul Dubois consigue trasladar a sus lectores al otro lado del Atlántico, a Montreal, y más concretamente al microcosmos de una cárcel. No muy lejos de Canadá se encuentra Groenlandia, inhóspito y novedoso escenario elegido por Mads Peder Nordbo para ambientar su novela negra «El espíritu del hielo». Por último, en esta vuelta al mundo no podía faltar África, presente en «El revés de la trama», considerada una de las mejores obras de Graham Greene e inspirada en su propia experiencia en Sierra Leona.