Elecciones EE UU

Biden desde un olivo

“La gente del campo espera con ojos lubricados que se levanten de una vez los aranceles impuestos a sus productos al otro lado del charco”

El libro de Biden junto a una taza con un dibujo del nuevo presidente de los EE UU
El libro de Biden junto a una taza con un dibujo del nuevo presidente de los EE UUKEVIN LAMARQUEREUTERS

Si la FOX dejó de llamar presidente a Trump casi al final de la primera noche electoral, ya saben que ha habido varias hasta que Donald decidió que lo mejor era ponerse a jugar al golf, significaba que Biden se haría con el poder en la Casa Blanca. Lágrimas, emoción para un candidato hecho a la medida de las películas de sobremesa, todos los ingredientes posibles pasando por la tragedia familiar y el «self-made man», que tanto logran conquistar a los corazoncitos yankees, aplanaron la llegada de nuevos aires tras cuatro años de salidas de tono del magnate del ladrillo de Nueva York. En Estados Unidos la victoria de este señor canoso ya se ve como la primera de las bases para construir una nueva realidad cercana al «flower power». Es decir, un nuevo amanecer después de la «nightmare» para todos los colectivos que no tocaron bola durante la última legislatura, aunque hay más de 70 millones que se sienten dispuestos a un segundo plato servido por Melania. El disparate ha alcanzado, cómo no, a Andalucía donde piden que Biden venga cuanto antes como ya hizo, fugazmente, Obama «El Bueno». ¿Por qué? Pues porque piensan que en este río revuelto de «revolución», con Kamala Harris a la cabeza blandiendo la bandera de la unión, algo caerá en forma de maná para los andaluces que tienen intereses en USA. Al grano, que la gente del campo espera con ojos lubricados que se levanten de una vez los aranceles impuestos a sus productos al otro lado del charco. Hablamos de unas tasas del 25% que se traducen en más de 4.000 millones de euros en gravámenes comerciales sólo en el sector olivarero, el más afectado. Sin embargo, si a Biden le da por mirar para dentro de su país en lugar de a nosotros tocará ponerse a la cola y aguantar el sofocón. Que los demócratas hayan ganado puede ser de las pocas noticias positivas de este 2020, puede, pero como sucede con la vacuna de Pfizer tendremos que esperar a que bajen las aguas una vez que cese la tormenta.