Coronavirus
El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, aseguró ayer que el puente de la Inmaculada no ha provocado un «impacto negativo» en la lucha contra el coronavirus en la región, pero avisó de que, «si las cifras se alteran más de la cuenta», tomarán medidas. «En el momento que veamos que uno de los parámetros aumenta de forma no controlada, volveremos hacia atrás en las medidas de apertura que hicimos la semana pasada», advirtió en declaraciones a los periodistas, para insistir en un mensaje que han lanzado estos días varios miembros del Gobierno andaluz: vienen «épocas muy complicadas», en alusión a las fechas navideñas, y no se puede bajar la guardia.
Aguirre admitió que temen «una tercera ola en enero», que «haría un daño muy grande a todos los andaluces», dijo, antes de afirmar que buscan «compaginar» la salud con la economía, pero que lo que les importa, sobre todo, es salvar vidas. Defendió que las medidas aprobadas por la Junta son restrictivas «en su justa medida» y que será «la pandemia» la que marque «si se tiene que abrir o cerrar el grifo» en las próximas semanas.
«Nunca a esta consejería ni al Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto –el comité de expertos que asesora al Ejecutivo regional– les ha temblado la mano cuando han tenido que tomar una medida coercitiva», recalcó.
De momento, y pese a que el Ministerio de Sanidad ha optado finalmente por permitir a las comunidades autónomas que lo estimen necesario aumentar las restricciones en Navidad, la Junta no prevé dar marcha atrás en la desescalada progresiva en dos fases que ha diseñado.
El titular de Salud aseveró ayer que la pandemia está «contenida» en Andalucía, aunque insistió en que siempre hay que tener «muchísimo respeto» al virus.
En relación a la vacuna contra el coronavirus, señaló que confía en que la comunidad sea el territorio del país donde más mande el Gobierno central de coalición conformado por el PSOE y Unidas Podemos, ya que es el más poblado del Estado. Aguirre abogó por que todas las regiones empiecen a suministrar las dosis inmunizadoras «en la misma fecha» y que «sea a la mayor brevedad posible».
En ese sentido, Inmaculada Salcedo, portavoz del Consejo Asesor, expuso en rueda de prensa que Andalucía «se ha venido preparando todas las semanas previas con reuniones» del grupo de trabajo de vacunas para «planificar de forma rigurosa» su llegada a la comunidad. Sobre cuándo se podrán administrar, anotó, en línea con lo asegurado por el consejero, que «lo antes posible». Mantuvo que la región está preparada y, « en el momento» en el que se cuenta con ellas, «se empezarán a administrar».
Salcedo apuntó que «se recibirán a lo largo del mes de enero», en concreto las de Pfizer, y que el grupo de expertos espera que se dibuje «en pocas semanas» un escenario esperanzador, «lento pero seguro». Preguntada específicamente por el anuncio de que se comenzaría a vacunar este diciembre, contestó que, si se tienen este mes, «sería ahí», y si están en enero, pues entonces.
Según los cálculos del consejero, la de Pfizer podrá ser autorizada por la Agencia Europea del Medicamento el 23 de diciembre y la de Moderna el 12 de enero. En cualquier caso, el titular de Salud demandó que se distribuyan teniendo en cuenta el «número de población de cada comunidad» y, en relación a las 195.000 vacunas que preveen contenga el primer envío, matizó que esa cuantía «no significan 195.000 personas», al ser necesarias «dos dosis» para cada una, con lo que «serán en torno a 90.000» los beneficiarios.