Brexit
Alivio es la sensación que deja en la comarca gaditana del Campo de Gibraltar el principio de acuerdo alcanzado entre España y Reino Unido, que permitirá un tránsito fluido en la frontera con Gibraltar con la eliminación de la Verja que separa ambos lados, y expectación ante la futura aplicación de políticas europeas en el Peñón, en especial el acuerdo de Schengen.
Este principio de acuerdo tiene una especial relevancia en La Línea de la Concepción (Cádiz), por su relación de vecindad más directa con Gibraltar, ciudad con la que comparte frontera. Para el presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea (Apymell), Lorenzo Pérez Periáñez, el último día de 2020 fue «el más importante para la historia de la ciudad desde su el día de su fundación». Precisamente este recién terminado 2020 se ha conmemorado el 150 aniversario de La Línea de la Concepción, ciudad que según Pérez Periáñez, «con un Brexit duro hubiese corrido peligro incluso de desaparición», según dijo en declaraciones a Efe.
«El 60 por ciento del PIB de La Línea lo genera Gibraltar», aseguró, ya que la comarca tiene «una dependencia económica muy grande, no solo por los trabajadores linenses que trabajan allí, sino los muchos gibraltareños que consumen en nuestra hostelería y nuestro comercio».
Tras anunciarse el acuerdo, contactó con algunos de sus colegas de la Cámara de Comercio de Gibraltar, donde «también están exultantes», puesto que «buena parte de sus negocios se nutren del turismo y con una frontera dura, el comercio y la hostelería gibraltareños hubieran sufrido un perjuicio enorme». Además, para el presidente de Apymell el acuerdo «ha sobrepasado las expectativas» que se habían marcado sobre fluidez en la frontera para los trabajadores transfronterizos, lo que ha valorado porque «al margen del tema económico, tenemos familias en los dos lados». «Yo tengo a mi abuela en Gibraltar, por ejemplo», señaló para explicar los temores sobre las dificultades para reunirse con sus familiares cuando quisieran. Antonio Paula Sánchez, español que trabaja en un centro de menores de la colonia británica, admitió que «es un alivio que desaparezca la Verja». «Los trabajadores veíamos que se nos venía un panorama bastante malo» en el caso de que «se hiciese realidad el proceso de cinco minutos por cada pasaporte, con colas de ocho o nueve horas, porque no podríamos ir a trabajar, ni podrían entrar productos frescos en Gibraltar. Hubiera sido una debacle». «Si Gibraltar tiene un peso importante en el PIB del Campo de Gibraltar, también hay que tener en cuenta que hay 3.000 británicos que viven en España y cruzan a diario la frontera para ir a trabajar, y con los españoles que trabajamos allí sumamos unas 15.000 personas, que es el 48% de la población activa de Gibraltar», resaltó para dimensionar el alcance del acuerdo en la colonia.
Este empleado apunta más allá de una integración comercial y económica en el denominado «espacio Schengen» y espera también que se aplique en materia laboral y sindical. «Los trabajadores tenemos problemas propios, como el cambio de divisa, el seguro ‘in itinere’, los contratos a cero horas; en Gibraltar se cobra por día y hora y si en un mes no te llaman, no cobras nada», lamentó. Precisamente el sindicato de trabajadores de Gibraltar, Unite, expresó ayer en un comunicado que acoge el anuncio «con cautela», aunque lo considera «importante» ante el temor a que se impusiera un «Brexit duro».