Muere el arzobispo castrense de España por coronavirus

El arzobispo castrense de España, Juan del Río, ha fallecido este jueves a causa del coronavirus. El clérigo, de 73 años, estaba ingresado en el Hospital Militar Gómez Ulla de Madrid desde el 21 de enero y sufrió un empeoramiento de salud esta semana, del que finalmente no pudo recuperarse.

Nacido en Ayamonte (Huelva) el 14 de octubre de 1947, fue ordenado sacerdote en 1974 en la localidad sevillana de Pilas. Tomó posesión como arzobispo castrense el 27 de septiembre de 2008. En abril de 2009 fue nombrado miembro del Comité Ejecutivo de la CEE y en junio de ese mismo año se unió al Consejo Central de los Ordinarios Militares.

Antes de ser nombrado asistente espiritual de los militares, Del Río ejerció como obispo de Asidonia-Jerez (Cádiz). Fue ordenado en la Catedral de Jerez de la Frontera el 23 de septiembre del año 2000. Nada más conocerse la noticia, han sido numerosas las condolencias por su fallecimiento y el agradecimiento a su labor. La página web del Arzobispado luce un crespón negro y los perfiles en redes sociales de hermandades como la Esperanza de Triana o Los Estudiantes de Sevilla, de la que fue director espiritual, han mostrado su pesar por la pérdida.

Después de estudiar Bachillerato en el Instituto Laboral de su ciudad natal, y Filosofía y Teología en el Seminario Metropolitano y Centro de Estudios Teológicos de Sevilla, se graduó en derecho social por la Universidad de Granada y se doctoró en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma.

Como sacerdote, ejerció de profesor en el Seminario Menor de Pilas y fue vicerrector del Seminario Mayor Metropolitano de Sevilla, donde también dio clases de Religión en Instituto “Ramón Carande”. Fue párroco en Pilas o Dos Hermanas y ostentó otros cargos como el de director de la Oficina de Información de los Obispos del Sur de España y dio clases de Teología en la Universidad de Sevilla, antes de ser nombrado obispo de Jerez.

La cuenta de Twitter de Del Río tuvo su última actividad el 21 de enero, precisamente el día que fue ingresado en la UCI por la Covid-19. En su último mensaje, celebraba que la toma de posesión del nuevo presidente norteamericano, Joe Biden, hubiera estado precedida por una misa. Aprovechó esta circunstancia para asegurar que “la religión y la tradición, no son obstáculos para una secular democracia y sana pluralidad. ¡No vendría mal que aquí, nos liberáramos de tantos prejuicios antirreligiosos!”.