Pandemia

El Defensor del Pueblo Andaluz lanza un SOS: “La gente tiene mucho dolor, mucho miedo”

Insta a cambiar el modelo de residencias porque “a veces son concebidas como meros aparcamientos de personas mayores”

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, en comisión parlamentaria
El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, en comisión parlamentarialarazonPARLAMENTO DE ANDALUCÍA

“No sé a dónde ir. Nadie me escucha. Todo está cerrado. ¿Mis niños y yo de qué comemos?”. Son algunos de los gritos desesperados que ha tenido que escuchar el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, especialmente durante la primera ola del coronavirus, cuando nos enfrentábamos a un enemigo absolutamente desconocido. Maeztu ha comparecido en la comisión de Salud y Familias del Parlamento andaluz para presentar el “Informe especial de derechos de la ciudadanía durante la Covid-19. Primera ola de la pandemia”, un periodo en el que la institución gestionó más de 5.000 expedientes solo relacionados con el coronavirus, concretamente 1.602 quejas y 3.474 consultas.

En su desgarrador relato, ha asegurado que “la gente tiene mucho dolor, mucho miedo” por los efectos de la pandemia en sus vidas, a nivel sanitario, social y económico. En este sentido, ha instado a los diputados a “cambiar en lo posible” la situación porque “tienen el arma de la política”. “Tienen los instrumentos, así que acuerden, hablen y ejecuten”, ha espetado. “Esta tremenda vulnerabilidad que seguimos escuchando a diario tiene que encontrar respuestas. Ahí tenemos que centrar el objetivo y trabajar juntos todos, en alianza. Repito: coordinación, coordinación, y coordinación”, ha insistido el Defensor, quien ha reconocido que su departamento ha vivido “cinco meses de angustia”.

Especial preocupación ha mostrado Maeztu por las residencias de mayores, donde se han producido la mitad de las muertes por Covid. “Ahí es donde se ha concentrado el dolor, el miedo, las muertes de personas en soledad, la falta de profesionales preparados, la ausencia de políticas de envejecimiento activo que hagan confortables estos lugares que, a veces, son concebidos como meros aparcamientos de personas mayores”. Además, ha señalado que “pasan los meses y no veo que se esté haciendo algo para cambiar esta estructura, este modelo de atención caduco e injusto con las personas que a lo largo de su vida han contribuido al desarrollo de nuestra sociedad”. El Defensor ha ofrecido su colaboración para “mejorar y cambiar en lo que sea necesario” el modelo de las residencias de mayores en Andalucía. Un extremo que la institución ha comenzado a hacer en reuniones en Andalucía oriental, en concreto, en Almería.