Cine

"Negro sobre blanco"

Una primavera muy productiva

“Tras el inevitable parón que supuso la pandemia y frente a otras actividades artísticas obligadas a permanecer en un estado más aletargado, el cine en Andalucía está viviendo un momento esplendoroso”

Claqueta de la película "Sola", dirigida por José Manuel Rebollo
Claqueta de la película "Sola", dirigida por José Manuel RebolloLa RazónLa Razón

Tras el inevitable parón que supuso la pandemia y frente a otras actividades artísticas obligadas a permanecer en un estado más aletargado, el cine en Andalucía está viviendo un momento esplendoroso. Sólo en la provincia de Sevilla convergen estos días tres largometrajes: «Héroes de barrio», de la gaditana Ángeles Reiné, cuyo rodaje llega a su fin, junto a «El mundo es suyo vol. 2», de Alfonso Sánchez y «El universo de Óliver» del algecireño Alexis Morante, que comenzaron el mismo día, el lunes 12 de abril. Por si no fuera suficiente, el 3 de mayo comenzará el de «La maniobra de la tortuga», del jerezano Juan Miguel del Castillo, tal como se indicaba en estas mismas líneas hace dos semanas. Aunque todos toman Sevilla como escenario parcial, la acción de dos de estos títulos se desarrollan en otra localidad: Cádiz en «La maniobra de la tortuga», por fidelidad a la novela de Benito Olmo en la que se basa, y Algeciras en el caso de «El universo de Óliver», por inspirarse en la propia infancia de su director. Lo curioso de estas cuatro películas es que todos sus directores, con la excepción del sevillano Alfonso Sánchez, proceden de la provincia de Cádiz. Aunque su planteamiento es mucho más modesto y en lugar de ayudas oficiales o apoyos de cadenas de televisión han tenido que recurrir a una campaña de micromecenazgos, a este listado habría que añadir «Sola», de José Manuel Rebollo, que ha rodado en su localidad natal, El Puerto de Santa María, con la actriz, también portuense, María Andrómeda, protagonista de algunos cortometrajes de este director. Tras un tiempo de predominio por parte de cineastas sevillanos, parece que en Cádiz convergen varios directores con fuerza.

La actriz María Andrómeda en el rodaje de la película "Sola", dirigida por José Manuel Rebollo
La actriz María Andrómeda en el rodaje de la película "Sola", dirigida por José Manuel RebolloLa RazónLa Razón

A estas producciones hay que añadir al menos dos más que están en pleno proceso de montaje y que hasta hace bien poco se estaban rodando. «Alegría», de la granadina Violeta Salama, se desarrolla en Melilla, ciudad con la que su autora mantiene un fuerte vínculo personal, pero los interiores se han rodado en Sevilla. Al igual que ocurre con los largometrajes anteriores del sevillano Santi Amodeo, «Las Gentiles» ha sido filmada en su ciudad natal, en este caso con un elenco de jóvenes actrices desconocidas, nada extraño en este director dotado con un notable olfato para descubrir nuevos talentos en la interpretación.

Un caso bien especial es el de Macarena Astorga, nacida circunstancialmente en Madrid pero criada en Archidona (Málaga) y residente en la capital de la Costa del Sol desde su etapa universitaria. El pasado verano, al poco tiempo de concluir el largo confinamiento, pudo rodar su primer largometraje como directora, “La casa del caracol”, con la sevillana Paz Vega y Javi Rey de protagonistas. Y ahora está localizando exteriores en la provincia de Granada para rodar su siguiente película, “El refugio”. Aunque las dos son muy diferentes, una historia de suspense psicológico en la primera y una comedia familiar en ésta, ambas comparten productores, María Luisa Gutiérrez y el gaditano Álvaro Ariza, así como la presencia de niños, por los que tan poca predilección sentía el maestro Hitchcock si se trataba de ponerlos delante de una cámara. También en la provincia de Granada se rodará “Secaderos”, de Rocío Mesa, nacida en esta capital pero residente desde hace varios años en Los Ángeles. Tras esta película se encuentra la productora La Claqueta, que previamente rodará la inquietante “Tin y Tina”, de Rubin Stein.

Habrá que esperar algunos meses para verlas todas pero, de entrada se antoja, al menos en lo cinematográfico, como una primavera muy productiva.