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«El precio que pagas», paisaje interior de un viaje en tren

El trayecto de Huelva a Madrid sirve de excusa a Peter Redwhite para trazar una personal guía iniciática sobre la cultura musical norteamericana

Peter Redwhite es el seudónimo de Pablo Sánchez, ingeniero de telecomunicaciones y escritor
Peter Redwhite es el seudónimo de Pablo Sánchez, ingeniero de telecomunicaciones y escritorLa Razón

Los viajes en tren forman parte del paisaje interior de Peter Redwhite (Moguer, 1987). Las cuatro horas que separan su Huelva natal de Madrid, su destino estudiantil y ahora profesional, se convirtieron en rutina. En ese trayecto transcurre «El precio que pagas» (Berenice), un recorrido memorístico por la cultura norteamericana que le ha acompañado desde su adolescencia. Por sus páginas transitan las canciones de Bruce Springsteen, Neil Young o Leonard Cohen y el cine de John Ford, construyendo un imaginario que se sustenta en las innumerables referencias del autor, que reconoce no haber pisado los Estados Unidos y Canadá solo una vez, para aprender inglés cuando era estudiante.

Así compone un viaje alternativo, acompañando al lector en una guía de iniciación más propia de la generación anterior a Redwhite. «Siempre me he sentido más cómodo en ese universo que en otros recientes», reconoce. La historia de un joven, razonablemente parecido a él, está, sin embargo, anclada en el presente. Sentado frente a dos desconocidos, sobre los que imagina su posible relación, el protagonista entrelaza la realidad con reflexiones y recuerdos atados a Pablo Sánchez, que es quien se esconde detrás de Peter Redwhite.

Su «memoria fotográfica» permite que vayan brotando de manera natural citas, canciones e imágenes acumuladas en su cabeza, recreando un universo propio que, al contrario que su novela, no acaba al bajarse en la estación de Atocha. El destino literario de Redwhite –apellido que adoptó en homenaje a su club de fútbol, el Sevilla– ya camina hacia su siguiente estación, que tendrá de nuevo a América como personaje principal, mano a mano con el músico Elliott Murphy.