Primarias en el PSOE-A
Díaz esquiva a Espadas en un debate no del todo de guante blanco
La dirección de Ferraz enfrenta a los dos candidatos socialistas. Hierro cuela a Queipo de Llano
El formato de bloques era clásico, pero lo inusual de la escena, que no brotó espontáneamente, la elevó por encima del tren cotidiano de las cosas. Los tres candidatos a ser cabeza electoral del PSOE-A en las próximas elecciones andaluzas, Susana Díaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro, han compartido hoy escenario en el patio de la sede regional del partido en el único debate previsto en unas primarias que desembocarán en la votación del domingo, 13 de junio. Y ha habido otro elemento innovador: se ha dado la palabra a la militancia, que ha podido enviar preguntas para los aspirantes a través de un correo electrónico habilitado a tal efecto, antes de que señale al ganador.
Hierro, el menos curtido en batallas catódicas, ha sido el encargado de abrir fuego y lo ha hecho agarrado a un manifiesto armado por las bases que lo respaldan. Le ha seguido Díaz, quien esta vez no ha optado por hablar a través de su camiseta, ha lucido una «verde-bandera» andaluza en la que se ha envuelto desde el arranque. De su lado, Espadas, ha empezado fuerte al mostrar un gráfico con el que ha puesto el foco en que el PSOE-A ha perdido más de un millón de votos desde que Díaz está al frente del partido, por lo que hay que abrir un nuevo tiempo de ilusión de la mano de una candidatura, la suya, que ha identificado con el cambio desde los primeros compases del encuentro a tres.
El «fair play» se ha mantenido durante la mayor parte del debate, pero no todo ha sido guante blanco. El alcalde de Sevilla ha hecho críticas directas a la ex presidenta del Gobierno autonómico. En el primer apartado centrado en la sanidad, la pandemia y la comunidad pos covid, por ejemplo, ha reprochado a la socialista que los alcaldes se hayan sentido «desatendidos» en la crisis del coronavirus no sólo por la Junta, también por el partido, como antes lo hicieron los sanitarios o las organizaciones sindicales, entre ellas UGT. Pero la aludida ha rehuido el ataque y ha preferido seguir con sus propuestas, en un tono institucional y con «la derecha» como principal destinataria de sus dardos.
En el apartado centrado en el empleo, la economía y la fiscalidad, el disparo lo ha hecho Hierro hacia su compañero de filas al reprocharle que se hayan bajado impuestos en el Ayuntamiento de Sevilla que comanda, dado que, a su juicio, hay que «abandonar ya el pensamiento» de que hay rebajas de tasas de izquierda, un concepto que puede hacer que los ciudadanos desconfíen y no los voten. Espadas le ha replicado que a él sí lo «creen» y por eso lo «votan». Más tarde se han vuelto a enzarzar por la autoría de la idea de incluir interrogantes de las bases y por quién las representa más.
Han coincidido en cuestiones como la defensa de las políticas de memoria histórica, incluso en la necesidad, planteada por Hierro, de que Gonzalo Queipo de Llano salga de la basílica de la Macarena de la capital hispalense; el discurso feminista y en la importancia de la ecología.
En un guiño a la actualidad, Díaz ha aseverado que «la foto de Colón empezó en San Telmo», en alusión a la suma de fuerzas de PP, Ciudadanos (Cs) y Vox en la región. Ha habido luego de nuevo acordes pocos afinados en torno al concepto de andalucismo y Espadas ha querido sacudirse la etiqueta de ser el candidato de Ferraz y le ha espetado a Díaz que hay que dejar claro que ningún dirigente del PSOE-A «permitirá nunca que esta tierra sea sucursal de nadie», ya que decir eso es «faltar al respeto», y dejar de «confrontar» con Madrid. La ex presidenta ha contestado que «las personas más leales» son las «libres» y ha reivindicado la autonomía de la federación para decidir su futuro.
Serán casi 46.580 militantes los que tengan la última palabra y ahora cuentan con un elemento más de juicio, aunque el debate sólo ha sido seguido en la página web de la formación por unos 2.600 espectadores.
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