Ópera

“Madama Butterfly” inaugura la temporada del Maestranza con aforo completo

El teatro sevillano acogerá las representaciones los días 3, 6, 7 y 9 de octubre, con música de la ROSS

Presentación de la ópera "Madama Butterfly", de Puccini, en el teatro de la Maestranza de Sevilla
Presentación de la ópera "Madama Butterfly", de Puccini, en el teatro de la Maestranza de SevillaKiko HurtadoLa Razón

El coro cantará con mascarilla y la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) tocará reducida pero vuelve el aforo completo al Teatro de la Maestranza de Sevilla los días 3, 6, 7 (este día con reparto alternativo) y 9 de octubre con una “Madama Butterfly”, de Puccini, tan colorista como siempre, pero algo más trágica y aún más vulnerable. Esos adjetivos han empleado en conferencia de prensa el director musical, Alain Guingal, y el escénico, Joan Anton Rechi, mientras que la soprano Ermonela Jaho ha asegurado que su interpretación de Madama Butterfly no será la de siempre porque estos tiempos han hecho a todos más vulnerables.

”Este periodo nos ha hecho más vulnerables, tenemos una emoción nueva, muy profunda, y será distinto”, ha asegurado Jaho en alusión al tiempo de pandemia, mientras que el director del Maestranza, Javier Menéndez, ha asegurado que cada vez que ha escuchado a esta soprano interpretar este papel siempre ha sido “una emoción incontrolable, hasta las lágrimas”. Algo en lo que ha coincidido con Joan Anton Rechi, quien ha asegurado que aunque no se pierda ni un ensayo de la soprano y haya asistido a estas preparaciones hasta en cuarenta ocasiones, las lágrimas le han afluido de pura emoción.

Una emoción a la que la soprano extremeña Carmen Solís, que actuará el día 7, ha añadido la madurez imprescindible para interpretar este rol, que ha calificado de “muy extenso” y de grandes exigencias no solo vocales y musicales, sino también escénicas e interpretativas. Ermonela Jaho ha abundado en los matices que requiere la interpretación de un personaje que representa la esperanza, el dolor, el sacrificio, la soledad, la tragedia y la muerte” y de un personaje del que ha dicho que “está lleno de color, de todos los colores de las emociones humanas”.

Rechi, para el primer acto, ha sacado a Butterfly de su tradicional casita japonesa y ha convertido el escenario en el amplio y majestuoso salón de una sede diplomática, edificio que tornará en ruinas en el segundo y tercer acto, por haber ambientado la acción tras el estallido de las bombas atómicas que cerraron la Segunda Guerra Mundial. En ese escenario Rechi ha pretendido mostrar una Butterfly más vulnerable aún, “una mujer enamorada, pero también desesperada y bloqueada mentalmente”, protagonista de “una tragedia colectiva en la que se implican todos los personajes” y que posee “un aspecto cercano a la desolación”.

Rechi, para esta ópera, una de las más populares de Puccini y de todo el repertorio operístico, ha querido seguir el espíritu de su autor cuando apuntó que se trataba de “una tragedia japonesa”, por más que siempre haya tendido a representarse como drama o como melodrama. Por ese motivo, la protagonista de Puccini, compositor que, según el director de escena, “puso en valor a la mujer” en sus obras, afrontará “un destino inexorable”. Rechi ha aconsejado asistir a las funciones de los dos repartos porque, ha explicado, si Ermonela Jaho es el personaje de “una tragedia griega de Tennessee Williams” Carmen Solís “es Anna Magnani”.