Frente al salón de Plenos

Adelante despliega una pancarta en el Parlamento andaluz en contra del acoso a las mujeres que abortan

Critican que para la consejera de Igualdad el “hostigamiento” a las personas que acuden a interrumpir su embarazo sea “libertad de expresión”

Las diputadas de Adelante Andalucía, ante la pancarta desplegada en el Parlamento de Andalucía.
Las diputadas de Adelante Andalucía, ante la pancarta desplegada en el Parlamento de Andalucía.ADELANTE ANDALUCÍAADELANTE ANDALUCÍA

Las diputadas de Adelante Andalucía han realizado una acción sorpresa en el Parlamento de Andalucía, que les ha llevado a desplegar una pancarta en el interior de las dependencias, frente al salón de Plenos.

Bajo el lema “en la cama, en la clínica, en el paritorio, nosotras decidimos”, Adelante ha afirmado que ha querido tener un gesto la semana que coincide con el Día Internacional de los Derechos Sexuales y Reproductivos.

Adelante Andalucía ha reclamado por medio de una nota que “el Parlamento debería de haber hecho como institución una declaración firme en defensa del derechos de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, sexualidad y maternidad”.

La diputada Ana Villaverde ha denunciado que precisamente la Consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha sostenido que el acoso y hostigamiento hacia las mujeres que deciden interrumpir su embarazo en las clínicas es un ejercicio de libertad de expresión.

“Esta denuncia coincide con la ofensiva de la extrema derecha para poner en cuestión el derecho al aborto”, ha sostenido Adelante Andalucía.

“En el Parlamento de Andalucía, los mismos que se oponen al aborto niegan la educación sexual en los centros educativos, con esa aberración que es el pin parental, llegando a crear incertidumbre en los centros”, ha recordado Villaverde, quien ha añadido que “precisamente la educación sexual es esencial para prevenir embarazos no deseados”.

Adelante Andalucía ha aprovechado el despliegue de la pancarta en el Parlamento para reclamar que “a día de hoy los abortos siguen sin poder realizarse en la sanidad pública, lo que supone en ese caso que se derivan a las mujeres a clínicas privadas, para llegar a extremos como el caso de Jaén, en la que las mujeres no tienen garantizado el acceso, tienen que desplazarse a otras provincias y todo porque no se realiza en hospitales públicos, no hay un convenio y hay un abuso de la figura de la objeción de conciencia”.

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