Andalucía Siglo XXI

Por una industria aeroespacial sostenible para un mundo más seguro y unido

Airbus es la empresa tractora del sector aeroespacial y defensa en España

Avión cisterna de reabastecimiento en vuelo A330 MRTT
Avión cisterna de reabastecimiento en vuelo A330 MRTTAirbus

El papel clave que juega la industria aeronáutica en la sociedad actual es incuestionable. La aviación tiene el poder de conectar personas y culturas, es el cordón umbilical del comercio internacional, apoya el desarrollo, la educación y la economía mundial. Como elemento indispensable de movilidad y conectividad, se hace necesario desarrollar una industria sostenible y con un impacto mínimo o neutro en el medio ambiente.

Ese cambio a la neutralidad climática necesitará transformaciones radicales y coordinadas de forma conjunta. Como industria, tenemos por delante un reto considerable: seguir invirtiendo en la descarbonización y la innovación, además de realizar las transiciones operativas necesarias. Aerolíneas, aeropuertos, fabricantes aeroespaciales y proveedores de servicios de navegación aérea deberán trabajar juntos, remando en la misma dirección, para proporcionar un transporte eficiente, seguro y respetuoso con el medio ambiente. Por su parte, los gobiernos deberán convertirse en mediadores de la transformación, garantizar la igualdad de condiciones y facilitar la transición con políticas coherentes y estables.

Futuras aeronaves con cero emisiones
Futuras aeronaves con cero emisionesAirbus

En el marco del Pacto Verde de la Unión Europea, y como muestra clara de la voluntad de colaboración de la industria aeronáutica, se presentó en febrero de 2021 la iniciativa ‘Destination 2050: A route to net zero European aviation’ para lograr cero emisiones netas de CO2 de aquí a 2050 en los cielos europeos. Esto sería posible a partir de cuatro vías clave:

En primer lugar, la mejora de las tecnologías de motores y aviones. Esta vía es la que más potencial tiene actualmente, ya que podría lograr una reducción de las emisiones del 37%.

El hidrógeno, la electrificación, o una combinación de ambas, se postulan como las soluciones para el futuro de la aviación, pero aún debemos explorar y madurar estas tecnologías. Con el objetivo de lograr poner en servicio el primer avión comercial de cero emisiones para 2035, en Airbus se está trabajando en la investigación y el desarrollo de estas tecnologías aplicadas al sector de la aviación.

El hidrógeno, la electrificación, o una combinación de ambas, se postulan como las soluciones para el futuro de la aviación

En segundo lugar, y hasta que esos nuevos aviones no contaminantes puedan ponerse en servicio y sustituir de forma progresiva a los ya existentes, debemos encontrar soluciones que reduzcan las emisiones del transporte aéreo. En ese sentido, se hace necesario seguir desarrollando los combustibles sostenibles para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés), que podría lograr reducciones de emisiones del 34%.

Ya existen aviones que pueden volar con una parte de combustible SAF y se sigue trabajando por mejorar las tecnologías de los aviones actuales para que este tipo de combustible tenga un uso habitual y no meramente anecdótico. Tanto empresas como gobiernos debemos mostrar nuestro compromiso con este tipo de soluciones y apostar por su uso incrementado en la aviación. La industria necesita asegurar el acceso a un precio razonable y en grandes cantidades de SAF para poder hacer volar los aviones.

Ya existen aviones que pueden volar con una parte de combustible SAF

La tercera vía pasa por mejorar la gestión del tráfico aéreo (ATM), que tiene el potencial de ahorrar hasta un 6% de emisiones de CO2 al año en los cielos europeos. Las previsiones de recuperación del tráfico aéreo indican que se intensificará en el futuro, así que debemos trabajar para incrementar la eficiencia de los vuelos y sus trayectorias.

Actualmente existen varias iniciativas en el ámbito de la gestión del tráfico aéreo del Cielo Único Europeo. Un gran ejemplo es el proyecto ALBATROSS, impulsado por los principales grupos de interés del sector aéreo europeo, que busca demostrar cómo la combinación de diferentes soluciones pueden ayudar a reducir la huella medioambiental de la aviación.

Por último, la cuarta vía sería la implementación de medidas económicas, que podría lograr la reducción de emisiones del 8% aproximadamente. Estas medidas económicas serán una parte muy importante en las primeras décadas de transformación, antes de que tengamos asentada la tecnología de los nuevos aviones de cero emisiones netas.

En cuanto al sector de la defensa, sus avances en investigación científica, las competencias técnicas y la innovación, contribuyen al progreso de otros muchos sectores. Lo mismo ocurre a la inversa. El I+D en defensa promueve la innovación e impulsa la mejora de los estándares tecnológicos en todo el sector aeroespacial. En Europa, Airbus fomenta la innovación en toda la UE y el Reino Unido, colaborando con las pymes, las start-ups, las universidades y los centros de investigación.

La colaboración civil y militar dentro de Airbus ya ha dado sus frutos. La tecnología se desarrolla simultáneamente en los dos ámbitos utilizando “plataformas duales” que proporcionan una mayor rentabilidad, una madurez de los productos superior y economías de escala. Algunos ejemplos son el A330 MRTT, el avión de reabastecimiento en vuelo que se transforma en nuestras instalaciones de Getafe y las versiones militares de helicópteros civiles como el H125, AS365 o el H225.

Si miramos al futuro, el sector aeroespacial está adentrándose en un periodo de innovación que no tiene parangón en toda su historia. La digitalización, la conectividad, la electrificación, la inteligencia artificial, la computación cuántica, los materiales avanzados, el vuelo autónomo y los combustibles sostenibles se conjugarán para adoptar estas tecnologías duales y cambiar la fisonomía del sector aeroespacial en las próximas décadas. La escala de la transformación tecnológica profundizará cada vez más la interacción entre el sector civil y de defensa.

Avión Modelo C295 Cánada
Avión Modelo C295 CánadaSERGIO FLORES

El programa de aviones militares de Airbus ya colabora con el programa europeo CleanSky2 y utiliza el avión C295, que Airbus España fabrica en Sevilla, para desarrollar y demostrar nuevas tecnologías sostenibles. Los nuevos materiales y sistemas de propulsión que se desarrollen para los aviones de defensa en los próximos años podrían definir también la próxima generación de aviones civiles de bajas emisiones. Mientras tanto, la digitalización del sector de la defensa traerá grandes avances al sector civil gracias al aporte de capacidades muy necesarias para crear una infraestructura de datos y una arquitectura en la nube europea.

Las actividades espaciales y de defensa de Airbus están estrechamente relacionadas y forman parte de la misma división. Nuestras actividades espaciales civiles, como la observación de la Tierra y las telecomunicaciones, amplían las fronteras del conocimiento humano, profundizan en la comprensión del cambio climático y expanden la conectividad en todo el mundo. Gran parte de todo ello es posible gracias a los avances realizados en su día por Airbus en el sector espacial militar.

Nuestras actividades de defensa ayudan a los países a proteger a sus ciudadanos, valores e infraestructuras vitales, así como a reforzar la influencia diplomática de los Estados miembros de la UE y de la OTAN, y de las instituciones internacionales en la escena mundial. Asimismo, ayudan a fortalecer la autonomía estratégica de Europa y a ser una parte fundamental de su ecosistema de innovación e investigación, y a generar empleo y prosperidad. En Airbus estamos comprometidos a mantener unas prácticas empresariales responsables y unos estrictos criterios de ética y legalidad.

Gobiernos y empresas debemos tomar un papel activo en la creación del futuro, poniendo el foco en nuestras fortalezas y nuestra experiencia, en lo que hemos logrado y en lo que podemos llegar a conseguir. La industria aeroespacial y de defensa en España tiene una gran historia y recorrido. Contamos con una amplia base tecnológica, herencia de los pioneros del pasado, pero debemos seguir invirtiendo en el futuro y lograr la capacitación necesaria para conseguir una mayor participación de España en los programas del mañana.