Tribunales

Procesado por malversación el excontable acusado de desfalcar más de un millón de la empresa municipal de limpieza de Sevilla

El empleado de la empresa municipal sevillana “generaba un apunte contable falso en el sistema, creando un concepto económico ficticio” y “al emitir la orden de pago al referido proveedor cambiaba puntualmente el número de cuenta que pertenecía al proveedor por el suyo propio”

El ex contable de Lipasam (d) tras prestar declaración en el Juzgado, por el caso del desfalco de 1.012.275 eurosen las cuentas de la sociedad Limpieza Pública y Protección Ambiental (Lipasam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense
El ex contable de Lipasam (d) tras prestar declaración en el Juzgado, por el caso del desfalco de 1.012.275 eurosen las cuentas de la sociedad Limpieza Pública y Protección Ambiental (Lipasam), perteneciente al Ayuntamiento hispalenseMaría José López

El Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla, que investiga el desfalco perpetrado en las cuentas de la sociedad Limpieza Pública y Protección Ambiental (Lipasam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense, ha emitido un nuevo auto mediante el que ordena “continuar el procedimiento para juicio ante el tribunal de jurado” contra el excontable de la entidad investigado en la causa, después de que el pasado mes de septiembre acordase el sobreseimiento provisional del caso respecto a la esposa del encartado, al no ver acreditado que la misma “conociera o participara” de los hechos.

En este auto, publicado por Diario de Sevilla y ABC y recogido por Europa Press, el juzgado determina que fruto de las actuaciones, se deduce que “desde el año 2008 hasta diciembre de 2019 Manuel Mateo García, aprovechándose de su cargo de jefe de servicio económico y financiero de Lipasam, empresa pública de limpieza de Sevilla, se transfirió a su cuenta bancaria un total de 1.033.805,82 euros procedente de los fondos de la referida empresa pública”.

Para ello, “generaba un apunte contable falso en el sistema (SAP), creando un concepto económico ficticio sin corresponder a factura alguna a favor de un proveedor real dado de alta en el sistema y al emitir la orden de pago al referido proveedor cambiaba puntualmente el número de cuenta que pertenecía al proveedor por el suyo propio, y una vez realizada la transferencia, restauraba en el sistema el número de cuenta bancaria del referido proveedor”.

Además, el juzgado da cuenta de que el acusado “ha reconocido los hechos” ante la Policía Nacional y también en sede judicial, atribuyéndole un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso medial con un delito de falsedad en documento mercantil, acordando así la “continuación del presente procedimiento para juicio ante el tribunal de jurado”.

Además, el juzgado requiere a Lipasam que “aporte las auditorías realizadas en la empresa desde el año 2008, así como el correspondiente plan de prevención de delitos”, solicitando a la defensa del encartado que acredite mediante una prueba “pericial privada documental” la adicción al juego esgrimida con relación a Manuel Mateo García.

EL EXCONTABLE PASABA POR “UN MAL MOMENTO ECONÓMICO”

En cuanto a las diligencias, recordemos que cuando el excontable de Lipasam declaró como investigado ante la citada instancia judicial, este hombre, contable en Lipasam desde 1989 y que cobraba unos 2.500 euros mensuales, aseguraba al juez instructor que desde 2008 incurrió en dicho desvío de los fondos de la empresa municipal porque estaba pasando por “un mal momento económico”.

En ese sentido, el ya exalcalde de Sevilla Juan Espadas exponía ante el pleno del Ayuntamiento que el excontable de Lipasam, que pidió su baja voluntaria en la empresa y ha puesto a disposición del juzgado dos fincas urbanas de su propiedad, ingresó hace “30 años” en la empresa como mero trabajador, es decir no era “un directivo nombrado por ningún gobierno” ni ningún cargo “a dedo”, toda vez que por su trayectoria en la empresa y como encargado de “supervisar con el máximo rango” la contabilidad, “había generado un espacio de confianza entre sus responsables directos”, que fueron “varios” a lo largo de los años.

Según Espadas, el excontable conocía “muy bien” el funcionamiento financiero de Lipasam y desviaba dinero de la empresa a su cuenta mediante un “mecanismo perverso y muy sofisticado” que “ha escapado a todas las auditorías” realizadas en la empresa en los últimos años.