Cultura
Eslava Galán: «España es una democracia con muchos defectos»
El escritor amplía su biblioteca para escépticos con una completa «Enciclopedia nazi»
Un grupo de jóvenes sonríe a la cámara divertidos. Ellos, ataviados con ropa militar y ellas, que son mayoría, posan también uniformadas en lo que parece una típica postal de una jornada festiva, si no fuera porque sus protagonistas eran guardianes de Auschwitz, el gran símbolo del horror nazi. Esa es una de las cientos de fotografías incluidas en la galería digital que acompaña a la «Enciclopedia nazi contada para escépticos» (Planeta), el último volumen con el que el escritor Juan Eslava Galán (Jaén, 1948) ha ampliado su universo literario dirigido a aquellos que militan en las antípodas de la credulidad. En sus casi novecientas páginas, Eslava escudriña términos y curiosidades para ayudar a desenmarañar las claves que propiciaron que un individuo como Adolf Hitler condujera a Alemania por el abismo de la inhumanidad entre 1933 y 1945.
La pregunta recurrente sobre el Holocausto es ¿cómo pudo ocurrir? Para el autor, la respuesta está en la alta adhesión de la sociedad alemana. «Colaboraron porque les venía muy bien. Podían robar a los judíos, cuando invadieron media Europa arrasaron con todo». Al menos seis millones de personas fueron sistemáticamente exterminadas durante la II Guerra Mundial, sin que sus responsables fueran juzgados. «Salió todo el mundo de rositas», asegura Eslava, ya que los juicios de Nuremberg se celebraron solo contra parte de la cúpula nazi, condenando a muerte a doce de esos criminales. «Como empezaba la guerra fría no convenía pasarle factura a los alemanes y entonces inventaron la dicotomía nazi-alemán», explica, pese a que la mayoría de los alemanes «en algún momento habían sido lo mismo». El origen de esta completa enciclopedia surgió en el confinamiento decretado en marzo de 2020 por la pandemia de la Covid-19. Esa circunstancia le procuró el tiempo necesario para seguir ahondando en una fascinación que comenzó hace cuatro décadas. Su interés por comprender el pasado le llevó anteriormente a escribir sobre episodios de la historia de España, la Revolución Rusa, la Biblia, la Conquista de América o las dos guerras mundiales. No es el único, porque el nazismo es una de las época más retratadas, desde la literatura testimonial de quienes lo padecieron, encarnada en figuras como Primo Levi o Anna Frank, a obras maestras del cine que van de «La lista de Schindler» a «La vida es bella» o «El pianista».
«Los judíos han sido chivos expiatorios históricamente: primero del cristianismo y en el siglo XIX eso se enriquece con el racismo», apunta. Para el autor, fueron capaces de sacar una «ventaja» de la desgracia: «Siempre le han dado mucho valor a la instrucción. Como han estado muy perseguidos, los padres procuran que el niño lleve su beneficio dentro de la cabeza», concluye. Define el despliegue nazi como «una especie de ópera alemana en la que todo el pueblo alemán eran figurantes». Solo así puede comprenderse el triunfo de una ideología racista, antisemita y violenta que se propagó gracias «a la vistosidad» de sus componentes, que incluía «uniformes de diseño», «edificios adornados con la esvástica, que eran estéticamente muy vistosos y un país funcionando como un reloj». También influyó la «atracción morbosa» que causó el devenir de su líder. «Un país normal cuando tiene una guerra y está perdiendo, o se rinde o llega a un acuerdo con el enemigo. Sin embargo, este país se deja arrastrar por un individuo al que han deificado –analiza–. Eso desde el punto de vista dramático es muy atrayente: es una especie de epopeya moderna». Eslava se interesa, además, a través de artículos de prensa por la influencia alemana en una España que se adentraba en su propio desvarío colectivo después del golpe de Estado de Franco y tres años de guerra.
El ascenso actual de la ultraderecha en Europa, llegando a gobernar en Italia y convirtiéndose en la segunda fuerza política en Francia, trae la conversación al presente, por las similitudes con la llegada al poder de Hitler, elegido democráticamente. «Parece que solo se salen de la Constitución las derechas, pero también se salen las izquierdas», puntualiza. En su opinión, «España es una democracia con muchos defectos», con un sistema electoral que considera «viciado desde el principio». «La Transición fue una transacción, se planteó mal», critica el escritor, a quien no convencen ni la Ley D’Hont por la que se rigen las elecciones en España ni la actual división del Estado en 17 autonomías.
✕
Accede a tu cuenta para comentar