El Hospital Militar tratará ahora lesiones medulares y salud mental

El antiguo Hospital Militar de Sevilla se reconvirtió hace justo un año en el Hospital de Emergencia Covid (HEC) tras más de 15 abandonado. Entonces, en plena tercera ola y apenas iniciado el proceso de vacunación, el Covid seguía saturando los hospitales hasta tal punto de superar el pico de los 5.000 hospitalizados en toda Andalucía.

Gracias a este nuevo espacio, los centros hospitalarios de referencia de Sevilla –Virgen del Rocío, Macarena y Valme– pudieron derivar pacientes y empezar a retomar su actividad. En esa primera inauguración se abrieron tres plantas con un total de 121 camas, 17 de ellas de Cuidados Intensivos (UCI), y una inversión de 34,5 millones de euros. Desde entonces, han pasado más de 4.000 pacientes de Neumología, pero también de Infecciosas y Medicina Interna, las tres especialidades a las que da cabida el antiguo Hospital Militar con el esencial soporte de los servicios de Farmacia, Bioquímica, Hematología y Rayos.

Un año después de su apertura, el HEC se ha ampliado con otras tres plantas, la séptima, la octava y la novena, que fueron inauguradas por el presidente de la Junta, Juanma Moreno. «En los últimos diecisiete años he pasado muchas veces por aquí viendo el edificio abandonado, expoliado, y me dije a mí mismo que si algún día fuera presidente de la Junta lo volvería a convertir en un hospital» , dijo Moreno en el acto, acompañado del consejero de Presidencia, Elías Bendodo y una nutrida representación de directivos de los hospitales sevillanos.

La séptima planta del HEC «lleva ya dos semanas en funcionamiento porque Ómicron ha dejado una gran ola de contagios y, aunque la cobertura de vacunación es elevadísima en Andalucía, en torno al 92%, ese otro 7% ha terminado por llenar de nuevo la sanidad pública. Además, esta sexta ola ha coincidido con la época de Alta Frecuenciación por otros virus respiratorios. Este invierno sí ha habido gripe y se ha hecho necesario descargar a los hospitales», explica a este diario del director adjunto del HEC Luis Martínez Hervás.

Será la semana que viene cuando se estrene la octava planta, que acogerá la Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRI), «esencial para este hospital ya que es un modulador de altos flujos, lo que permitirá trasladar a las UCI únicamente a los pacientes que requieran de intubación». Por último, la novena planta se estrenará a finales de mes y contará con una unidad de Salud Mental y otra para lesionados medulares de nivel alto que «hasta ahora no se podían tratar y eran derivados al Hospital de Parapléjicos de Toledo», cuenta Martínez Hervás. Esta unidad, de 20 plazas, «ha contado con una gran inversión en equipamientos, teniendo en cuenta los grandes espacios que requieren estos pacientes, sus altos tiempos de ingreso y la necesidad de acompañamiento de los familiares».

Respecto a la unidad de Salud Mental, «va a haber dos partes diferenciadas: una dedicada a adolescentes, una especialidad inexistente hasta ahora en Andalucía Occidental, y otra a enfermos mentales adultos», detalla el director adjunto del centro.

Con esta nueva ampliación se han sumado 100 las camas a las 112 disponibles, por lo que en la actualidad cuenta en total con unas 220. Su plantilla está compuesta de 650 profesionales, entre sanitarios y administrativos, y la idea es que «se aumente en, al menos, un 50%», apunta Martínez Hervás, pues la Junta tiene previsto recuperar todas las plantas del Hospital Militar para poner en funcionamiento 17 nuevos bloques quirúrgicos y habilitar otras plazas hasta llegar a 500 camas en total en planta y otras 25 en UCI.

Así, el Hospital Militar ha dejado de ser ya un Hospital de Emergencia Covid, por lo que Moreno anunció un referéndum entre los sanitarios para cambiarle el nombre. Su director apuesta por mantener el de Hospital Militar «porque, al final, los hospitales terminan por llamarse como la gente los conoce».

Moreno destaca la inversión de 1.000 millones en infraestructuras sanitarias

Para hacer posible la reconversión del Hospital Militar en «un hospital moderno», que ya no solo trata el Covid, si no otras patologías graves, la Junta ha destinado nada menos que 76,5 millones de euros. Según señaló ayer el presidente de la Junta, Juanma Moreno, su Ejecutivo ha «priorizado el gasto» en estos equipamientos, pero lamentó no poder contar con los 1.200 millones que estaban previstos para Sanidad en los Presupuestos de 2022 y que la oposición tumbó. Aun así, el presidente andaluz valoró la partida destinada a infraestructuras sanitarias durante esta legislatura, que asciende a los 1.000 millones de euros, de los cuales 200 se han quedado en la provincia de Sevilla.

Moreno también recordó la ampliación de la plantilla del Sistema Andaluz de Salud (SAS) que ha llevado a cabo su Gobierno y que cuenta con «30.000 profesionales más que en la legislatura anterior» y puso en valor el Plan de Refuerzo de la Atención Primaria, aprobado esta semana en Consejo de Gobierno. «La Sanidad Pública andaluza está mejor preparada que nunca para afrontar las necesidades presentes y encarar los desafíos futuros», aseguró Moreno.