Medio Ambiente

La degradación de mascarillas en el agua afecta a la reproducción de peces

“Los análisis revelaron que hubo una pequeña liberación de hierro, cobre y zinc y otra de tres compuestos orgánicos fruto de la degradación de la mascarilla”, explica una investigadora de la Universidad de Cádiz

Turistas caminan junto a la playa con mascarilla EFE/ Atienza
Turistas caminan junto a la playa con mascarilla EFE/ AtienzaATIENZAAgencia EFE

El aumento exponencial del uso de las mascarillas quirúrgicas ha provocado que éstas generen un elevado volumen de residuos que pueden incluso afectar a la reproducción de los peces, según una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Este estudio, realizado a través del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) y con la colaboración de la investigadora Pilar Yeste, del departamento de Ciencias de los Materiales e Ingeniería Metalúrgica y Química Inorgánica y del grupo Química de Sólidos y Catálisis de la Universidad de Cádiz (UCA) y que ha sido publicado en Journal of Hazardous Materials, ha analizado las mascarillas quirúrgicas como fuente de contaminación en los ecosistemas acuáticos y en los organismos que los habitan.

“Los equipos de protección individual, como las mascarillas, son fundamentales para frenar y contener la pandemia de la Covid-19, por lo que su consumo ha aumentado exponencialmente con la generación de un elevado volumen de residuos, en muchas ocasiones mal gestionados, lo que deriva en que alcancen compartimentos ambientales tanto terrestres como acuáticos”, explican desde el grupo Inmunología y Genómica del IIM.

Por ello el grupo diseñó un estudio con un enfoque transcriptómico (a través de todas las moléculas de RNA).

“Las mascarillas quirúrgicas son de uso diario y están compuestas, fundamentalmente, de un tejido de microfibras de distintos polímeros plásticos, aditivos orgánicos e inorgánicos. En el medio ambiente, donde se degradan, pueden ser una fuente de microfibras y dejar su correspondiente huella química en sistemas acuáticos”, indica la investigadora Marta Sendra.

El estudio se realizó con mascarillas comerciales fabricadas en China adquiridas en una farmacia local.

Se ha caracterizado la composición de compuestos orgánicos e inorgánicos de las mascarillas para indagar en su comportamiento en agua dulce.

Así se han analizado los compuestos que liberan tanto en una etapa de degradación inicial como en otra más avanzada después de una semana sumergidos en agua dulce.

“Los análisis del agua revelaron que hubo una pequeña liberación de hierro, cobre y zinc y otra de tres compuestos orgánicos fruto de la degradación de la mascarilla”, explica la investigadora.

También se expusieron a 240 ejemplares de larvas de peces cebra, un organismo modelo para estudiar todo tipo de respuestas biológicas, incluso del ser humano, por lo que los resultados pueden ser extrapolables a poblaciones de distintas especies.

A través de experimentos de exposición, se estudiaron los genes expresados en los animales expuestos a los productos de degradación de las mascarillas.

“Los ejemplares de pez cebra se expusieron durante diez días a control, tratamiento con trozos de mascarilla y agua de su degradación inicial; tratamiento con trozos de mascarilla y agua de su degradación avanzada y solo agua proveniente de degradación avanzada”, explica Antonio Figueras.

Los resultados revelaron que todos los tratamientos afectaron a genes del pez cebra relacionados con su reproducción.

“Si se les aplica un tratamiento con mascarillas altamente degradadas, se ven afectados 40 genes del pez cebra relacionados con tres fases de su reproducción: desarrollo de gametos, reconocimiento esperma-óvulo y fertilización”, destaca Marta Sendra.

“Los resultados sugieren que los procesos biológicos afectados por los fragmentos de mascarillas quirurgicas no solo podrían ocurrir a nivel individual sino también a nivel de población a través de problemas reproductivos y de fertilidad. Sin embargo, estos efectos dependerán del grado de degradación de las mascarillas quirúrgicas”, concluyen desde el CSIC.