Protesta

Andalucía cifra en 1.000 millones el impacto de la huelga del transporte

Marín pide al Gobierno «decisiones y no patadas hacia adelante» y el sector augura bajas masivas de autónomos

Entrada de camiones en Mercasevilla
Entrada de camiones en MercasevillaJose Manuel VidalAgencia EFE

Quince días después del inicio de la huelga del transporte, las consecuencias ya son notables en la economía. Según los cálculos de la Junta de Andalucía, el impacto de la protesta se eleva a más 1.000 millones en la comunidad autónoma, según aseguró el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, quien reclamó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, «decisiones y no patadas hacia adelante», en referencia al paquete de medidas anunciado para frenar la subida del precio de los combustibles.

«No entiendo por qué esas ayudas no han llegado antes, no entiendo por qué el Gobierno sigue sin sentarse con autónomos y pymes que están sufriendo más por la subida de los precios de los carburantes», señaló Marín, además de asegurar que «no se puede producir vino y vender por debajo del precio de producción porque al final te estás descapitalizando».

En este sentido, instó al Gobierno a «aplicar ya una rebaja efectiva sobre el IVA de los carburantes para los transportistas», petición que hizo extensiva «para todos, no solamente para lo que están en huelga», mientras que subrayó que «las comunidades están dispuestas a compartir el 50% de la recaudación que reciben de transferencias del Estado».

Junto a ello, el vicepresidente reclamó «ayudas a las empresas» y reiteró su sorpresa por la repercusión en muchos sectores del paro, que se ha traducido en problemas de «abastecimiento de materias primas de muchas empresas, que no están pudiendo llevar a cabo su producción y ventas». En su opinión, la receta que debe aplicar el Gobierno es la siguiente: «Decisiones ágiles y consensuadas, tras hablar con todo el mundo, con los transportistas» en un año marcado por los dos años de repercusión de la pandemia del coronavirus «con el añadido de la guerra por la invasión de Ucrania por Rusia», que «está haciendo sufrir a todo el mundo». «Me preocupan los agricultores, los ganaderos, los transportistas andaluces», de quienes destacó que «están tirando de la economía, generando empleo» por cuanto «hoy la economía se está resintiendo». La huelga también se deja notar en el empleo y ya son casi 84.000 los trabajadores que se encuentran en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Por su parte, la consejera de Empleo, Rocío Blanco, ante el anuncio de medidas por parte del Gobierno, señaló que «hay que esperar a que se concreten» en el Consejo de Ministros y «cómo serán recibidas por parte los sectores afectados» para saber si «estas conseguirán de alguna forma relativizar y ralentizar la entrada de ERTE».

A su juicio, la huelga del transporte ha traído consigo «consecuencias en el empleo y en la tasa de inflación que ahora mismo está en un siete por ciento y podría situarse en los dos dígitos». En consecuencia, según señaló, algunos sectores «ya avanzaron la pasada semana que unas 400 empresas andaluzas podrían presentar un ERTE si la huelga del transporte no venía a menos, o si los precios energéticos seguían en la misma línea en la que venían subiendo».

De su lado, la plataforma nacional por la defensa del transporte, convocante de los paros que afectan al sector, auguró bajas masivas de autónomos como consecuencia de la protesta y acusó al Gobierno de «empujarnos a un desfiladero en el que caemos a plomo». Manuel Amuedo, portavoz en Andalucía de la plataforma, remarcó que la situación en estos momentos es «trágica y tan precaria» que «no es posible continuar». «Estamos abocados a abandonar la actividad», dándose de baja como autónomos para no tener que afrontar el pago de esta cuota al igual que del Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

Así lo ha anunciado el portavoz de la plataforma en Andalucía, aludiendo a que esta decisión se ha tomado “a nivel nacional” e insistiendo en que “si queremos que sea viable” la actividad, ésta tiene que “vincularse” a una tarifa que duplique la actual, pasando de 80 céntimos el kilómetro a 1,60 euros.