Política

Vox confía en poder condicionar el futuro Gobierno en Andalucía independientemente de su candidato electoral

Se resiste a formalizar la candidatura de Macarena Olona y duda sobre mantenerla en el Congreso o enviarla a gobernar con Moreno

La diputada por Granada y portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Vox, Macarena Olona. EFE/Miguel Ángel Molina
La diputada por Granada y portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Vox, Macarena Olona. EFE/Miguel Ángel MolinaMiguel Ángel MolinaAgencia EFE

Vox afronta con altas expectativas las próximas elecciones andaluzas, con la esperanza de poder condicionar el futuro gobierno regional incluso mediante una coalición con el PP similar a la sellada en Castilla y León. Todo ello independientemente de quién sea finalmente su candidato o candidata electoral, según han explicado a Europa Press fuentes de la formación.

El partido de Santiago Abascal lleva meses apremiando al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, a que convoque las elecciones, ya que está convencido de que su resultado será exponencialmente superior a los 12 escaños obtenidos en diciembre de 2018.

Aquellos comicios supusieron para Vox su primer gran salto a la política institucional y dieron paso a un ciclo electoral en el que el partido ha ido mejorando el resultado en cada una de las convocatorias celebradas. Sin embargo, fue solo su primer éxito en las urnas y en Vox están seguros de que casi cuatro años después su apoyo por parte de la ciudadanía andaluza es mucho mayor.

De hecho, insisten en que el Parlamento andaluz no refleja ya a la sociedad actual. Desde Vox dan por amortizado a Ciudadanos y están seguros de su práctica desaparición, a la vez que confían en obtener un resultado que les permita condicionar el Gobierno regional durante la próxima legislatura.

Los de Abascal esperan para Andalucía un modelo similar al de Castilla y León, donde el ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco ha necesitado sus votos para poder ser investido. Para ello, Vox exigió dos condiciones: entrar en el Gobierno y hacerlo con la misma proporción con la que había contado Ciudadanos. Esto les ha dado la Presidencia del Parlamento regional y la vicepresidencia y tres consejerías en el Ejecutivo castellano y leonés.

En Andalucía se preparan para un escenario similar, ya que no creen que Moreno logre alcanzar el éxito que tuvo Isabel Díaz-Ayuso en Madrid en mayo del año pasado, donde solo el PP ya sumaba más escaños que todos los partidos de izquierdas y por tanto bastaba con la abstención de Vox, que solo pudo pedir un pacto de investidura a la candidata madrileña.

BUENAS EXPECTATIVAS SIN TENER CANDIDATO

La dirección de Vox hace estos cálculos con independencia de quién sea finalmente su ‘número uno’ en Andalucía. Según apuntan algunos de sus dirigentes, el buen resultado es seguro sin haber anunciado aún oficialmente candidato, por lo que creen que no se trata de algo definitorio para ellos.

Castilla y León es de nuevo un ejemplo de ello, ya que allí fue cabeza de lista un joven de 30 años sin experiencia política previa, Juan García-Gallardo, desconocido para el gran público y afiliado a la formación desde hace tan solo dos años.

Macarena Olona es la favorita en todas las encuestas para ser cartel electoral en Andalucía y ella misma se ha dedicado a alimentar el rumor durante los últimos meses, multiplicando sus actos en Andalucía, visitando su pabellón en Fitur, con sus intervenciones en el Congreso o mediante ‘guiños’ más desenfadados a través de Twitter.

El mensaje más directo lo realizó durante la presentación de un desayuno informativo del portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, donde Olona llegó a mostrar una fotografía junto a su compañero que dijo que la acompañaría cuando pasase a ocupar otras responsabilidades.

DECISIÓN DESDE MADRID

Sin embargo, Vox se empeña en dejar en el aire su candidatura y oficialmente solo dice que el ‘número uno’ será decidido una vez que haya convocatoria electoral. En el partido es el Comité Ejecutivo Nacional quien decide a todos sus candidatos, sin primarias ni intervención de las direcciones provinciales.

Las dudas, según deslizan algunos dirigentes, surgen sobre la necesidad de enviar a Olona a Andalucía, cuando ya se cuenta con buenas expectativas electorales independientemente del candidato, o mantenerla en el Congreso, donde es un gran activo como portavoz adjunta y también lidera buena parte de la actividad judicial de la formación.