Elecciones en Andalucía
Moreno y Marín, el pacto PP-Cs que no se quemó en sus pruebas de fuego
A diferencia de otros gobiernos de coalición, el andaluz ha funcionado toda la legislatura sin diferencias
El pacto de PP y Cs en Andalucía, que representan el presidente, Juanma Moreno, y el vicepresidente, Juan Marín, llegará hasta el final, las elecciones del 19 de junio, tras haber superado numerosas pruebas de fuego en las que, lejos de quemarse, ha ido subiendo su barrera ante las llamas externas.
La última prueba está en la convocatoria de elecciones que ha firmado el presidente andaluz, que no lleva aparejado ningún cese de los consejeros de Ciudadanos, algo que suele ocurrir cuando hay convocatoria de elecciones anticipadas en un gobierno bipartito, habitualmente por alguna crisis entre los socios.
La relación ha sido, es y será de absoluta lealtad entre estos dos partidos en Andalucía, a pesar de que Marín no comparte la decisión de Moreno de adelantar los comicios, que tocaban en otoño, ni su argumento en la necesidad de tener un presupuesto en tiempo y forma para 2023.
Para el presidente andaluz, Marín ha sido “el mejor vicepresidente”, según sus propias palabras. De hecho, no le ha supuesto ningún quebradero de cabeza importante, no ha generado tensiones ni polémicas en el Gobierno y ha defendido todas sus medidas, a diferencia de lo ocurrido en el resto de comunidades que cerraron coaliciones.
Quizás esa actitud de Ciudadanos haya permitido a Moreno y al PP monopolizar los éxitos del Gobierno, independientemente de si la consejería era de un partido o de otro. En el ala naranja del Ejecutivo y en gran parte del partido en Andalucía hay voces que aluden a su inexperiencia y a errores en la comunicación, lo que unido a la crisis nacional, hacen que se prevea un derrumbe en las próximas elecciones, pasando de 21 a dos o tres escaños.
Habrá lealtad, pero también habrá campaña electoral. Moreno y Marín centrarán gran parte de sus esfuerzos hasta el 19J en resaltar la labor del Ejecutivo, pero tendrán que separar sus discursos, salvo que decidan acudir en coalición, algo que la formación naranja está descartando.
“En esta mesa se han fraguado las leyes más importantes de esta legislatura. Juanma Moreno lo sabe, la oposición lo sabe y es hora de que los andaluces también lo sepan”, ha expuesto este martes Juan Marín, acompañando el comentario de una foto en su despacho.
PP y Cs han cerrado cuatro presupuestos en cuatro años -el último no llegó a aprobarse-, han tenido unidad de acción en el Parlamento, se han entendido para intentar “tapar” que la formación naranja también llegaba a acuerdos con Vox, y han ido poniendo freno en Despeñaperros a cualquier polémica nacional.
A pesar de las dificultades, el pacto no se ha quemado. Los dos dirigentes autonómicos exhibieron públicamente su unidad ante las rupturas de Murcia y Madrid, como “isla de estabilidad”.
Además, cerraron un “acuerdo de garantía de estabilidad” en el Ejecutivo con el compromiso de no aceptar ningún trasvase de cargos públicos en la comunidad hasta que se produjeran las elecciones, justo en un momento en el que la fuga de Ciudadanos al PP estaba a la orden del día.
Ni siquiera la ruptura de PP y Cs en Granada, que dio la Alcaldía al PSOE, supuso un gran socavón en la relación. La última gran prueba ha sido la convocatoria electoral en junio, que Marín ha aceptado aunque no comparte.
A partir de ahora, el 19J determinará dónde está cada uno para los próximos años. Moreno ya ha dicho que su intención es gobernar solo y que la segunda opción es Ciudadanos, aunque sobre Vox prefiere no hacer hipótesis. Marín ya ha anunciado que no apoyará ningún gobierno “donde esté la extrema derecha”.
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