Sevilla da su último adiós al cardenal Amigo Vallejo

Cientos de personas se acercaron ayer hasta la capilla ardiente con los restos mortales del cardenal arzobispo emérito Carlos Amigo Vallejo, instalada en el Salón del Trono del Arzobispado, para darle el último adiós y expresar con ese gesto la admiración, respeto y cariño profesado hacia el prelado. Desde las 20,30 horas han ido pasando por la capilla ardiente cientos de sevillanos que aguardaban su turno desde mucho antes de que se abrieran las puertas del Palacio Arzobispal, una fila que partía desde la plaza Virgen de los Reyes y llegaba hasta la calle Don Remondo.

Entre los representantes de las administraciones públicas que se han acercado hasta el Arzobispado para mostrar el pésame por el fallecimiento de Fray Carlos, se encontraba la ministra de Justicia, Pilar Llop, que este jueves tenía varios actos gubernamentales en la ciudad, acompañada del delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.

El féretro salía del Tanatorio de la SE-30 a las 18,30 horas y la comitiva, escoltada por la Policía Local, la conformaban autoridades eclesiásticas y el superior general de los Hermanos de la Cruz Blanca, Luis Miguel Martel, junto al hermano Pablo, de la misma orden y secretario personal del arzobispo emérito, ambos visiblemente emocionados.

El superior de la orden ha destacado de Amigo Vallejo su “incondional apoyo”, que motivó que en 1989 fueran erigidos como congregación de Derecho Diocesano. “Este Jueves Santo lo compartimos con él en Guadalajara, en nuestra casa novicial. Hemos estado 47 años de la mano del cardenal. Él se estaba despidiendo y nos habló desde el corazón. Nos pidió que siguiéramos trabajando por los más pobres, los más vulnerables”.

A la llegada del féretro, se ha celebrado una eucaristía en la capilla del Palacio Arzobispal para los familiares de Carlos Amigo Vallejo y la curia diocesana presidida por monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla, acompañado por su predecesor en la sede de San Isidoro, el arzobispo emérito Juan José Asenjo.

Monseñor Carlos Amigo fallecía este miércoles, a los 87 años, como consecuencia de una insuficiencia cardiaca tras haber empeorado su estado de salud días después de haberse sometido a una intervención quirúrgica en los pulmones.

La capilla ardiente ha quedado instalada en el Salón del Trono, el espacio de mayor representatividad simbólica del papel del arzobispo en la Archidiócesis, adonde han llegado numerosas coronas de flores, repartidas por varias estancias --la mayoría de hermandades de penitencia de la capital y la provincia--. No han faltado de instituciones públicas, como las de los ayuntamientos de Sevilla y Medina de Rioseco (Valladolid), de donde era natural, y de la Junta de Andalucía, entre otras; también el Atlético de Madrid, equipo de fútbol con el que simpatizaba Fray Carlos, ha enviado una corona.

La capilla ardiente continuará abierta hoy, de 8:00 a 23:00 horas.