Más espacios protegidos pero también una mayor emisión de gases en Andalucía

Las estadísticas ponen negro sobre blanco los principales indicadores en cuanto al medio ambiente, un área clave para la Junta de Andalucía al punto de que el presidente plantea la posibilidad de dotarla de nuevo de una consejería propia en consonancia con el discurso de la «revolución verde». De finales del siglo XX al primer cuarto del siglo XXI en la comunidad ha aumentado la emisión de gases pero también los espacios naturales protegidos.

Según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, consultados por LA RAZÓN, en relación al informe sobre «¿Cómo hemos cambiado?», la superficie terrestre de los espacios naturales protegidos de legislación nacional o autonómica ha pasado de 60.149 hectáreas, el 0,7% del total de superficie, en 1980, a 1.794.984 hectáreas, el 20,5% del total de superficie, en 2021. Es decir, en 1980 únicamente estaba protegido Doñana como Parque Nacional.

Por su parte, la emisión de gases de efecto invernadero ha pasado de 42.015 kt CO2 eq en 1990 a 54.416 en el año 2019. La producción eléctrica bruta con renovables frente al consumo final eléctrico ha variado del 7,2% en 2005, con una producción de 1.131,7 Gwh y un consumo final eléctrico de 21.158,4 Gwh al 44,6% de producción (15.096,9 Gwh) y un consumo final eléctrico de 29.516,5 Gwh en 2020.

La producción eléctrica bruta por tecnología se ha vuelto más verde con una drástica reducción del carbón, que baja del 67,1% (14.194 Gwh) al 1% (287,8 Gwh) en 20 años. Así, se ha pasado del 4,5% de renovables (945,2 Gwh) en 2000 al 44,8% (13.224,1 Gwh) en 2020. El ciclo combinado de gas natural pasa de 0 al 28,5% (8.403,3 Gwh) en dos décadas. La cogeneración prácticamente se mantiene: 17,5% (3.713,2 Gwh) en 2000 y 18,7% (5,513 Gwh) en 2020. El bombeo cae del 2,2% (459,5 Gwh) al 0,8% (225,4 Gwh); la oceanotérmica sube de 0 al 0,1% (25,4 Gwh) y el bicombustible baja del 7,8% (1.660 Gwh) de 2000 al 0% en 2020.

En el año 2000 la producción eléctrica bruta renovable por tecnologías se dividía entre el 61,2% (578,5 Gwh) hidráulica y el 38,3% (361,6 Gwh) eólica. En 2020 ha pasado a ser el 51,1% (6.758,6 Gwh) eólica. En 2010 había 63,7 vehículos por cada 100 habitantes, con el 0,02% eléctricos, híbridos o bio; y en 2020 subió a 71,3 vehículos por 100 habitantes con el 0,57% menos «verdes». En 2005 el consumo de biocarburantes era del 0,4% frente a gasolinas y diésel (17,5 ktpe vs 4.853,1 ktpe), y en 2020 era del 7,8% (269,5 ktpe «verdes» y 3.469,2 ktpe fósiles).

La superficie de suelo según su uso prácticamente se mantiene sin variación entre 2005 y 2016 que recoge el estudio. Así, se ha pasado de un 51,9% de suelo forestal, con 4.545.468 hectáreas, al 50,3%, con 4.403.406 hectáreas. El suelo agrícola ha pasado del 40,4%, con 3.539.728 hectáreas en 2005 al 41,4%, con 3.621.696 hectáreas en 2016. La superficie artificial ha pasado del 4,2% (371.321 hectáreas) al 4,7% (412.215 hectáreas). Las zonas húmedas, de actualidad en los últimos meses a cuenta de la normativa de regadío en Doñana, ha variado del 3,4% (302.112 hectáreas) al 3,7% (319.942 hectáreas) del último dato recogido de 2016.

En los últimos años comienza a predominar la agricultura ecológica, que ha duplicado su superficie, pasando de 537.269 hectáreas en 2006 a 1.098.812 hectáreas en 2020. Por su parte, el uso de fertilizantes y fitosanitarios ha experimentado un ligero auge: de 1.111.204 toneladas en 2000 a 1.140.522 en 2019.

Otro indicador para medir el estado medioambiental es la calidad de las aguas litorales de baño. En el año 2011, el 95,9% de las aguas eran excelentes; el 2,1%, buenas; y el 0,3%, insuficientes. En el año 2020, el 98,8% de las aguas presentan un estado excelente; el 0,9%, bueno; y el 0,3%, suficiente.

En 1993 había sólo 36 playas con bandera azul y en 2021 se llegó a 112. Se ha pasado, además, de 32 estaciones de control y vigilancia de la contaminación atmosférica en 1985 a un total de 100 en 2020.

En cuanto a lo que a generación de residuos mezclados se refiere, se ha pasado de casi cuatro millones (3.966.520 toneladas) en 2005, con el 80,7% de recuperación y compostaje, a 4.690.526 toneladas en 2019, con el 83,1% recuperadas o compostadas. En cuanto a residuos selectivos por persona, en 2005 estaba en 7,6 de vidrio, con 12,7 reciclado; 7 de envases ligeros, con 7,1 reciclado; y 11 de papel y cartón, con 14,9 reciclado. En 2019 casi todos los indicadores mejoran y se ha pasado a 13 kilos por persona de vidrio al año, con 14,4 reciclados; 12,8 kilos de envases ligeros, con 8,4 reciclados; y 13 de papel y cartón, con 14,4 reciclados.