Un Gobierno andaluz continuista con mucho peso orgánico

Las palabras iban por un lado y el lenguaje gestual por otro. «Estoy ilusionado con el nuevo Gobierno andaluz. Vendrán momentos complejos, pero estoy seguro de que junto a ellos daremos respuesta a los enormes retos que tenemos por delante en los próximos cuatro años. Es un equipo capaz y con trayectoria que dará resultado», señaló Moreno durante el anuncio de su nuevo Ejecutivo. La comparecencia llegó con más de una hora de retraso por cambios de última hora admitidos por el propio presidente, a causa de las incompatibilidades para ser cargo público y la diferencia de salario respecto al ámbito privado. La caza del talento se evidenciaba complicada para el primer Gobierno del PP con mayoría absoluta en la historia de Andalucía. El propio Moreno apeló a «una reflexión a fondo» y «a futuro». Para suplir las ausencias de los dos grandes pesos pesados de su Ejecutivo más las bajas por parte de Cs (partido del que sólo repite una consejera), Moreno esbozó un Gobierno continuista, con más mujeres que hombres –«No es fruto de una imposición legal ni de una necesidad. «A diferencia de años anteriores, contamos con mujeres con la capacitación y experiencia en el ámbito público y privado», dijo–, cuatro independientes y peso orgánico sobre todo del PP de Málaga y oriental.

La Junta de Andalucía pasa de 11 a 13 consejerías, con seis miembros que ya estaban (entre consejeros y viceconsejeros), tres ex alcaldes y cuatro gestores ajenos al mundo público para tratar de suplir las obligadas bajas de tres de los puntales del pasado Gobierno: Bendodo, como vicepresidente de facto más allá de Marín, y Juan Bravo, en Hacienda, ahora ambos con Feijóo; y Jesús Aguirre, que pasó sorpresivamente de la Consejería de Salud a la Presidencia del Parlamento. En total, siete mujeres y seis hombres, con el portavoz aún en barbecho y sin vicepresidente, evitando un primer señalamiento sucesorio a futuro.

Se trata, por tanto, de un Ejecutivo andaluz en el que repiten varios consejeros de la anterior etapa. Repiten en sus departamentos Carmen Crespo, en Agricultura, sumando Agua como una de las políticas primordiales de la legislatura y la «patata caliente» de los regadíos de Doñana; Marifrán Carazo, en Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda; y Rocío Blanco, en Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, que en la anterior legislatura fue cuota Cs aunque independiente.

Dos viceconsejeros ascienden a consejeros, en las mismas áreas que gestionaron en la legislatura pasada: el incombustible (y segundo de Arenas) Antonio Sanz asume Presidencia, Interior y Diálogo Social; y Catalina García Salud y Consumo. José Antonio Nieto, exportavoz del grupo parlamentario popular, será el nuevo consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública; Carolina España, diputada en el Congreso, será la consejera de Economía y Hacienda, dos ámbitos que se fusionan y que serán cruciales para afrontar la crisis económica. Patricia del Pozo pasa de Cultura a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional. Se incorpora al Gobierno andaluz el alcalde de Almería Ramón Fernández-Pacheco, concretamente a una consejería de nueva creación como Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.

Por su parte, la secretaria general del PP-A Loles López será consejera de Integración Social, Juventud e Igualdad, después de mostrar un apoyo inquebrantable a Moreno hasta en los tiempos ya alejados en los que se cuestionaba al líder popular. Por su parte, Jorge Paradela, que proviene de la empresa privada –Heineken o Sevilla FC–, será el consejero de Industria y Energía; Arturo Bernal, hasta ahora responsable de Extenda y que admitió haber sido llamado esta misma mañana, será el titular de la Consejería de Turismo, Deporte y Cultura; y José Carlos Gómez, exrector de la Universidad de Córdoba, será el consejero de Universidad e Innovación.