Presentación

Un recordatorio: ¡Es la democracia, estúpido!

José María Michavila hace un alegato sobre los dos últimos siglos, «que han transformado la humanidad»

Hay frases que resultan tan manidas que muchos acaban rechazándolas. Es probable que el motivo real de esa inquina es que la sentencia en cuestión no fue escrita por los mismos que la denigran. En cualquier caso, «Es la economía, estúpido», la frase de James Carville, asesor del demócrata Bill Clinton en la exitosa campaña que en 1992, es una de las más repetidas en campañas electorales y artículos económicos desde entonces. José María Michavila también comenzó como asesor político antes de llegar a ser ministro del Gobierno de España y conoce a la perfección la importancia de escoger bien los mensajes para que lleguen al mayor número de personas. Por eso su libro se llama «La Edad Democrática», una propuesta para punto y final a lo que hasta ahora conocemos como Edad Contemporánea. La premisa de este ensayo, salpicado con vivencias personales, bien podría ser una versión libre de la citada frase de Carville a la que Clinton le puso cara: «Es la democracia, estúpido».

José María Michavila estuvo ayer en Sevilla, acompañado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, para presentar su libro y recordar al numeroso auditorio que la democracia es una conquista irrenunciable y que ha en apenas doscientos años «ha transformado la humanidad» y ha «mutado profundamente nuestra forma de vida».

Michavila es licenciado en Filosofía, Historia Contemporáneo y Derecho y entre 1996 y 2004 formó parte del Gobierno de José María Aznar, primero como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y luego como ministro de justicia, mucho antes, según parece, de que la composición del Consejo General del Poder Judicial formara parte de las conversaciones habituales del metro o del autobús en las ciudades españolas.

Como él mismo escribe, conoció «la lisonja interesada» la «entrega generosa», «la traición condenada» y «la lealtad recompensada», es decir, experimentó lo que es la política en España, «un muestrario de lo mejor y de lo peor del ser humano». Por tanto, nada ha cambiado.

El libro no es un contenedor de anécdotas –que también las incluye–, sino una reflexión de carácter humanista sobre los cambios tan positivos que la democracia ha traído como «gran generador de libertad, desarrollo y emprendimiento».

Mezcla desde la llegada de Aznar a la presidencia del Partido Popular en el célebre congreso de Sevilla el 31 de marzo de 1990 hasta su amistad con el cantante Alejandro Sanz, la Covid19 o la guerra en Ucrania pero el mensaje, en cierta forma, es el mismo: la democracia, con sus defectos, «con su estado de cierta agonía», incluso con sus periodistas «obligados a opinar de todo» es un valor que debemos reivindicar siempre, hasta el punto de cambiar el nombre de lo que conocemos como Edad Contemporánea por «La Edad Democrática», el título del libro. Esa es la propuesta de José María Michavila, una «democracia con alma» a la que aún que le queda mucho camino por recorrer.

En la presentación del libro, celebrada en la Casa de Salinas de Sevilla, Michavila hizo un alegato en defensa de la democracia, señalando que “vivimos mejor” gracias a ella. “En democracia se innova y se han hecho posible inventos para que vivamos mejor”, dijo el exministro, además de remarcar que “quien hace las guerras son los autócratas y no las democracias”. Junto a ello, tal y como figura en el libro, aseguró que para él la política fue una “gran escuela”.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, acompañó a Michavila en el acto. A juicio del exministro, en Andalucía “se ha sintonizado con el sentido común”, en referencia a la reciente victoria electoral de Moreno. Por tanto, “se refuerza así la democracia”. El presidente andaluz destacó de Michavila su “solvencia intelectual”, su “enorme humanidad” y su “positividad”. También recordó que fue el artífice de dos grandes acuerdos, al nivel de dos pactos de Estado: el pacto por la modernización de la Justicia y la Ley de Partidos Políticos. “Es un hombre que une y por eso es líder”, sentenció.