Política
Cs Andalucía se aferra a las municipales como su última bala
La gestora de la formación naranja afronta siete meses definitivos para «resucitar» un «espacio liberal imprescindible»
Apenas dos horas después de que Juan Marín tomase posesión del cargo de presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía, la formación política que lideró en la comunidad desde sus orígenes, allá por 2015, convocaba a sus militantes y simpatizantes en su sede sevillana de la calle Santo Domingo de la Calzada. Una cita a través de la cual Ciudadanos trató de «explicar los avances» en la denominada «refundación». La situación del partido político es especialmente delicada en Andalucía tras la cita del 19 de junio. El batacazo electoral que dejó a Cs sin representación en el Parlamento va acompañada de la «huida» por la puerta de atrás de quienes han sido durante cuatro años sus rostros más reconocidos. Sin Juan Marín, sin Rocío Ruiz, sin Marta Bosquets o sin Rocío Blanco –ex miembros del Consejo de Gobierno de coalición, hoy vinculados al PP de una u otra forma–, no hay una cara conocida por la ciudadanía andaluza y se juega ni más ni menos que su propia existencia dentro de siete meses.
A mayo de 2023, a las próximas elecciones municipales, Cs Andalucía aspira a llegar vivo y con un proyecto que de nuevo sea creíble para los andaluces. La gira de «Destino Refundación» llegó ayer a Sevilla. El eurodiputado Adrián Vázquez, que pilota el difícil proceso abierto en la formación naranja, se reunió ayer con militantes para recoger ideas de cara a la asamblea del próximo mes de enero, como viene haciendo por todo el territorio nacional.
El eurodiputado jefe de la delegación de Ciudadanos en Europa es miembro del Equipo Político para la Refundación y, junto a él. también estuvo el presidente de la gestora del partido en Andalucía, Andrés Reche, para exponer por qué es necesario para España en general, y para Andalucía en particular, la existencia de un «espacio liberal imprescindible».
La bala que le queda a Ciudadanos es llegar a las municipales con algo de su credibilidad recuperada. La misión es harto complicada. La crisis de identidad también ha pasado factura en los ayuntamientos en los que Cs tiene representación. En junio, justo después de las elecciones autonómicas, la última alcaldía con peso específico que mantenía color naranja pasó a manos del PSOE tras prosperar una moción de censura. Vía ésta por la que también Cs dejó de controlar el ayuntamiento de Granada, el que eran su gran bastión. En los últimos días, también ha sido protagonista negativo el grupo municipal de Sevilla capital, donde el que ha sido su portavoz durante los últimos años, Álvaro Pimentel, también se ha marchado por la puerta de atrás.
Aun así, Ciudadanos mantiene a 400 concejales repartidos por los ayuntamientos de los pueblos de Andalucía, dieciocho alcaldías y una decena de diputados provinciales. Su peso sigue siendo relevante, sobre todo para el PP, que ya ha anunciado que ofrecerá a Cs listas integradoras en determinados enclaves. Los populares, tras su victoria por mayoría absoluta, creen que aglutinar el máximo poder municipal es la llave para aplicar sus «recetas» del cambio. Pero esa estrategia choca con los intereses de la formación de Inés Arrimadas. Juan Marín ya anunciaba lo que se avecinaba antes del 19-J y también su dificultad. «Las municipales serán clave. Una de las cosas en las que más tenemos que trabajar en Cs es en la implantación territorial». La ruta de la refundación tiene un reto casi utópico: volver a ser «influyentes».
Aplazado ‘sine die’ la cita convocada para hoy en Jerez de la Frontera. Cs Cádiz anuló la convocatoria prevista para esta tarde y anunció que «en los próximos días» la presidenta Inés Arrimadas mantendrá un encuentro con militantes y simpatizantes.
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