El 40% de la población andaluza no tiene competencias digitales básicas

La digitalización es uno de los ejes transversales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España. En concreto es el segundo de los cuatro ejes y tiene como objetivo marco «acelerar una transición digital humanista e inclusiva en España, a través de inversiones y reformas que potencien las infraestructuras, competencias y tecnologías necesarias para una economía y una sociedad digital».

Al tratarse de una política transversal, el objetivo marcado en el Plan de Recuperación en lo que a transformación digital se refiere se desplegará «desde la agenda urbana a la educación, desde la agricultura al turismo, desde la industria a la movilidad, desde la modernización de la Administración pública hasta la nueva economía de los cuidados».

A su vez, estos cuadro grandes ejes se dividen en diez palancas o políticas tractoras que contemplan una serie de componentes u objetivos que deben desarrollarse. La séptima de estas palancas se concentra en la «Educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades» y uno de los hitos que deben cumplirse es garantizar la formación e inclusión digital de la ciudadanía y las personas trabajadoras, «no dejando a nadie atrás en el proceso de transformación digital de la sociedad y la economía». Aunque se dirige al conjunto de la población, se pone especial atención al cierre de la brecha de género y al impulso de la formación en las zonas en declive demográfico.

Así, para ese objetivo concreto, «Mejora de las Capacidades digitales para personas desempleadas para impulsar el emprendimiento y el desarrollo rural y reducir la brecha de género (MED)», Andalucía tiene que formar a 59.002 mujeres.

El principal problema para lograrlo es que se parte de muy atrás. Andalucía se encuentra por debajo de la media española en cuanto a la adquisición de competencias digitales. De hecho, según la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares del INE del año 2021, un 40,9% de la población andaluza no posee competencias digitales al menos básicas, frente al 35,8% de media nacional. Además, en clave de género, existe una diferencia de 4 puntos porcentuales entre hombres y mujeres en cuanto a la adquisición de competencias digitales básicas, existiendo además una brecha territorial entre las zonas rurales y las urbanas de 7 puntos.

Todos esos motivos han llevado a la licitación de un contrato para buscar profesionales especializados que puedan desarrollar con éxito esa formación. La Consejería de Empleo, Empresas y Trabajadores Autónomos, entidad ejecutora de la inversión, ha encargado a la empresa Sandetel el desarrollo de esta actividad que, a su vez, al no disponer de medios propios disponibles suficientes para llevar a cabo dicha acción, va a contratar los servicios necesarios para la organización e impartición de acciones formativas presenciales de 40 horas de duración en Andalucía que permitan la formación de 59.002 mujeres, preferentemente desempleadas y residentes en zonas rurales o núcleos desfavorecidos, antes del 31 de marzo de 2025.

Sevilla y Huelva son las provincias en las que se persigue formar a un mayor número de mujeres, 20.128. En Cádiz y Málaga a 14.530; en Córdoba y Jaén a 11.502; y en Almería a Granada a 12.842. Las acciones formativas se harán en grupos de 10 alumnas.

Todo este diseño muestra la dificultad que supone la gestión de los fondos europeos en una comunidad tan extensa como Andalucía, que exige un trabajo administrativo que complica la consecución de los objetivos marcados, independientemente de que sean subvenciones directas o acciones formativas para adquirir competencias digitales.