Entrevista
Cristina Campos: «Mi libro también es un homenaje a las mujeres que sufren endometriosis»
La escritora reivindica el fin del estigma de la menopausia en una novela intimista que cuenta «Historias de mujeres casadas»
Cristina Campos, finalista del Premio Planeta 2022, con la novela «Historias de mujeres casadas», viaja por España promocionando su obra. Una experiencia única que está disfrutando al máximo junto a Luz Gabás –la ganadora con «Lejos de Luisiana»–, a quien admira y con la que está fraguando una bella amistad.
¿Ha asimilado lo que supone ser finalista del Premio Planeta?
Es que no sé qué significa. Mi vida sigue igual. El éxito, en cualquier disciplina, es muy efímero. Para mí es el hoy y el ahora, y disfruto de esta entrevista como si fuese la última. Quién se acuerda del finalista de hace tres años...
De los libros sí...
Bueno... se publican 60.000 novelas al año. Es difícil mantenerse. Un premio como éste ayuda a estar todo un año ahí.
Al menos, es una alegría saber que aún hay quien lee, ¿no?
Por supuesto. Con tanta plataforma, con tanta pantalla, encontrar el sosiego que requiere la lectura es difícil.
¿Qué es lo que quieren las mujeres de su libro?
Quieren amar, sentirse amada, quiere desear y sentirse deseada. El tema central es la infidelidad femenina y, sobre todo, cómo el deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece con el tiempo. Que no significa que no tengamos una relación sexual preciosa con nuestros maridos, pero es que sería agotador estar deseando a tu marido como lo deseábamos al principio. El enamoramiento ese te atonta y dejarías de hacer muchas otras cosas. Muchos hombres que me leen tienen una reacción extraña.
¿Debemos sentir miedo?
¡No, nosotras! Los hombres que yo describo en el libro tienen la capacidad de separar el sexo del sentimiento. La novela habla de la prostitución: coger una mujer, correrte y para tu casa. Ya está. No hay nada más que el placer físico. Esto nosotras no lo hacemos. Los gigolós están contados.
Una amiga mantiene que toda mujer alguna vez ha hecho el amor con su marido pensado en otro...
(Risas) Eso puede suceder. Ahí lo dejo. Hay un pasaje en la novela en la que Gabriela hace el amor con su marido pensando en otro hombre.
En su libro habla de la endometriosis...
Es una enfermedad desconocida que sufren muchas mujeres. Una amiga la tuvo y no pudo ser mamá. En esta novela le hago una especie de homenaje. Una mujer que sufre con la regla. Yo reivindico un poco la menopausia. A mí no me ha llegado todavía pero, por favor, ¡30 años sangrando por la vagina, al margen de que tengas los dolores brutales de la endometriosis, es muy pesado! Tengo tres amigas que se han separado y lo están pasando muy bien y sexualmente están encantadas. No se preocupan por toda la parte íntima de la mujer. Reivindico que se acabe este estigma con la menopausia porque no es verdad todo lo que se cuenta. Hay cambios hormonales, pero hay mujeres que no tienen ningún problema y están felices de no sangrar por la vagina.
¿Cuánto hay de realidad en la novela?
Todo y nada. Juego con mi alter ego, que se llama Gabriela. Siente como siento yo. Es la mujer que no he podido ser.
¿La mujer tiene una sensibilidad diferente para las relaciones personales?
Mi novela habla mucho de la amistad femenina, de lo generosa que somos al compartir nuestra vida en comparación con la contención masculina. Habla de la vulnerabilidad de la mujer enamorada. Es difícil generalizar. Yo hablo de un tipo concreto de mujer.
¿En ese perfil de mujer el concepto de amistad es diferente al del hombre?
Las mujeres somos muy generosas, vosotros no tanto. No profundizáis tanto en el dolor, por ejemplo. Tenéis esa capacidad de guardaros más las cosas.
¿Los hombres tienen más amigos que las mujeres?
No sabría qué responder. Yo tengo un grupo de amigas muy sólido a las que quiero como hermanas.
¿Qué conclusión podemos extraer de la novela?
Es una novela que cree en el matrimonio y en la familia, pero no descarta que en la vida se te pueda cruzar una persona bonita en cuerpo y alma que te seduzca. Puede pasar. Estoy convencida de que si te preguntara si nunca en estos veinte años se te ha cruzado una mujer que te haga sentir algo especial con la cual posiblemente tendrías una relación si no estuvieras casado con la mujer a la que quieres, seguramente hay alguien. Es hasta algo normal. No estoy hablando del polvo de una noche, sino de volver a enamorarte y sentir ese deseo tan estimulante del inicio de una relación. Ojalá fuese con nuestros maridos.
Usted dice que no le gusta la palabra empoderamiento...
No me gusta porque es sinónimo de jerarquía. Yo quiero hacer equipo con los hombres.
Este libro es carne de cañón de una película...
Sí, ya hay productoras que quieren comprar los derechos. Trabajo en el cine desde hace 25 años. Me hace ilusión, pero quiero que la productora que lo lleve a cabo lo haga con mucha sensibilidad. Me da miedo de que caigan en el morbo. Es una novela que habla desde la intimidad femenina desde un lugar muy honesto y elegante. Me dolería que se tocara desde el morbo. No es una novela erótica como “50 sombras de Grey”.
¿Da tiempo a pensar en el siguiente libro en esta vorágine?
No, para nada. Me vuelvo al cine. Ya estoy guionizando una serie de televisión.
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