Sucesos

La ex pareja de la mujer decapitada en Marbella confiesa que la mató

Los resultados de ADN confirman que el cuerpo pertenece a Natalia, la trabajadora doméstica que desapareció tras denunciar malos tratos

La mató, la descuartizó y la arrojó al mar. Así lo ha confesado el principal sospechoso por el crimen de la mujer decapitada en Marbella esta mañana en sede judicial. El hombre, de 45 años y nacionalidad colombiana, mantuvo una relación sentimental de cinco meses con Natalia -una trabajadora doméstica de 46 años y también de nacionalidad colombiana- que desapareció en diciembre tras denunciar al detenido por malos tratos un mes antes. En realidad fueron los hermanos de Natalia quienes interpusieron la demanda y después ella misma lo confirmó ante los agentes. A partir de ese momento, la víctima pasó a entrar en los registros de seguimiento de violencia de género VioGen.

A principios de enero Natalia desapareció tras salir de la casa de Marbella donde trabajaba como empleada del hogar. La última vez que se supo de ella fue el 6 de enero, cuando mantuvo una conversación telefónica con un hijo que tiene en Colombia.

Sus hermanos, cuando vieron en redes sociales la noticia del cuerpo decapitado aparecido en la playa de la Elvira, reconocieron a Natalia y así se lo comunicaron a la Policía. A partir de ahí empezaron a desvelarse las incógnitas.

La Policía detuvo a la ex pareja de la fallecida no por su vinculación con su muerte, porque no se conocía la identidad del cadáver hallado en la playa. Si no por quebrantar la orden de alejamiento contra Natalia. Después pasó a disposición judicial y hoy ha reconocido ante el juez que fue él quien la mato.

Además, las pruebas de ADN practicadas al cadáver confirman que el cuerpo pertenece a esta mujer.

El autor confeso del crime pudo tener un ayudante. La Policía Nacional detuvo el miércoles a su amigo, otro hombre también de nacionalidad colombiana. Tal y como ha contado la ex pareja de Natalia, quedó, junto con este amigo, en verse con Natalia el día 7 en la playa de la Elvira. Después de darle un golpe, la descuartizó y la arrojó al mar.

Fue en la tarde del domingo 8 de enero cuando unos comensales que se encontraban comiendo en el restaurante Club 200 de la localidad malagueña de Marbella divisaron un cuerpo en el mar que parecía estar ahogándose.

Tras una primera intención de ir a socorrerlo, la Policía, que fue quien los atendió en la llamada que hicieron a emergencias, les aconsejó que no entraran al agua debido al temporal tan adverso. No hizo falta porque la fuerza del mar llevó el cuerpo hasta la orilla, a una zona rocosa, desde donde se pudo ver que se trataba del cuerpo de una mujer, de unos 30 años, sin cabeza ni manos y con un profundo corte a la altura del abdomen.

En una primera hipótesis, la Policía pensó que podría tratarse de una mula, una persona que transporta drogas, por el corte que tenía en el abdomen y que se habría producido para extraerle la droga. Otras hipótesis que se contemplaron fueron la del tráfico de órganos o la de crimen organizado.