Tribunales

El acusado de matar a su exmujer de más de 50 puñaladas en Granada, a juicio

"He apuñalado a mi mujer, ojalá esté muerta (...) Era una cosa que tenía que hacer", declaró

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La Audiencia de GranadalarazonTSJA

La Audiencia de Granada juzgará desde este lunes al acusado de asesinar a su expareja dos meses después de divorciarse, un procesado que se enfrenta a la petición de 25 años de cárcel por sorprender y atacar a la víctima armado con dos cuchillos con los que la apuñaló más de 50 veces en escasos minutos. Un jurado popular se encargará desde este lunes y en cuatro sesiones de la causa contra el procesado, que permanece en prisión provisional desde que fue detenido el 10 de diciembre de 2021 minutos después de asesinar a su expareja.

Según el escrito provisional de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, el acusado y su víctima se casaron en 2014, tuvieron dos hijas y compartían vivienda en el distrito Norte de Granada hasta que ella decidió terminar con la relación en octubre de 2021. En ese momento, el acusado se fue del domicilio familiar y alquiló una vivienda cercana, pero no aceptó la ruptura y sometió a su expareja a controles, mirando su correo y su ordenador, porque sospechaba que tenía una nueva relación.

Sobre las 12:35 horas del día de los hechos, el 10 de diciembre, el procesado compró un paquete de cuatro cuchillos en una tienda del barrio y se escondió en el garaje en el que la víctima guardaba su vehículo, sabiendo que ella entraría a por el coche para ir a recoger a sus dos hijas al colegio. A las 13:30, cuando la víctima entró al garaje, su expareja la atacó de manera sorpresiva y con "evidente propósito de causarle la muerte", según la Fiscalía.

Utilizó para hacerlo dos de los cuchillos que acababa de comprar, uno de 16,5 centímetros de hoja y otro de 20,5, y fue alternando las dos armas en su ataque frenético hasta que una vecina entró y el procesado salió huyendo. Según la Fiscalía, el acusado pretendió "deliberada e inhumanamente" incrementar el dolor de la víctima tanto por las armas utilizadas como por el tipo de ataque, en el que le provocó más de medio centenar de lesiones en la cabeza, el cuello, el tórax, el abdomen y las extremidades por las que murió.

Todas esas lesiones se las hizo en diez minutos escasos, ya que a las 13:40 llamó al dueño de un bar para decirle que había matado a la víctima, que avisara a la Policía, que estaría esperando en un descampado frente a su vivienda. "He apuñalado a mi mujer, ojalá esté muerta (...) Era una cosa que tenía que hacer", declaró entonces.

Según la Fiscalía, el procesado mató a su expareja porque no pudo soportar que rehiciese su vida y lo hizo sin tener afectadas sus capacidades. El ministerio público ha calificado los hechos como un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y las agravantes mixtas de parentesco y violencia de género, por lo que ha interesado una condena a 25 años de cárcel. Ha pedido además la privación de la patria potestad de sus dos hijas, menores de edad, y la prohibición de comunicarse con ellas ni acercarse a menos de 500 metros de las niñas durante 30 años, además de 8 años de libertad vigilada a cumplir tras la pena de cárcel. El juicio comenzará mañana lunes en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada.