Medio ambiente
La asociación que posibilitó paralizar El Algarrobico dice que quedan años para su derribo
El ayuntamiento sigue sin reconocer la nulidad de la licencia 18 años después
La asociación ecologista 'Salvemos Mojácar y el Levante Almeriense', cuya denuncia posibilitó la paralización de las obras del hotel construido por Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras (Almería), ha señalado que "quedan años aun para una demolición" que desde este colectivo se ve como "inevitable".
El 23 de febrero de 2006 el juez Jesús Rivera ordenó la paralización de forma cautelar de la construcción del hotel, y cuando se cumple la "mayoría de edad" de este hito, el colectivo recuerda en una nota cómo esto fue posible gracias a su "cruzada contra el hotel en total soledad".
Han señalado que entonces la asociación llevaba un año de actividad y en elaboración de un informe que "sacó a la luz los planes de todo el Levante almeriense de construir 500.000 viviendas". "Cuando su presidente, Jaime del Val, vio el monstruo de Algarrobico lo primero que hizo fue contactar con el resto de asociaciones ecologistas de la zona para ver qué se estaba haciendo. Del Val convocó una reunión que se celebró en el pueblo de Cabo de Gata. La sorpresa fue esta: Nada. Ni se estaba haciendo ni se pretendía hacer. Del Val no daba crédito y propuso firmemente emprender acciones, con otros, si se unían, o en solitario desde Salvemos Mojácar", han señalado.
En este proceso se encontró con el abogado José Ignacio Domínguez, que se ha encargado "magnífica y altruistamente de ello hasta hoy, tanto el pleito inicial como los más de 30 que han ido surgiendo en paralelo". Han añadido que también comunicó la situación del hotel a Greenpeace cuya coordinadora María José Caballero le respondió "diciendo que les parecía muy grave e iban a actuar, lo que hicieron poco antes de dictarse el auto de la paralización". "A partir de ahí sí se fueron sumando colectivos que inicialmente habían cuestionado actuar contra el hotel", han dicho.
"Con el hito del hotel parado y convertido con ayuda de Greenpeace en icono internacional, empezó una larga maraña judicial con más de 30 pleitos, la mayoría liderados por, o con participación de Salvemos Mojácar, donde tanto el ayuntamiento de Carboneras como (...) la Junta de Andalucía, actuaron a favor del hotel aun cuando en los medios la Junta dijera lo contrario y así ha seguido siendo hasta hoy", sostienen. Lamentan que el ayuntamiento sigue sin reconocer la nulidad de la licencia 18 años después, así como que "tiene a sueldo como abogado para defender el hotel a uno de esos jueces que quisieron dar un giro a la historia dictando una sentencia a favor del mismo". "No se sabe si a estas alturas es solo para evitar pagar indemnizaciones y demolición, o si este y la promotora aun albergan quiméricas esperanzas de abrir el hotel algún día", añaden.
"Este icono nacional e internacional de la lucha ecologista contra la especulación (...) es excepcional, no porque no haya más Algarrobicos sino por haberse logrado parar. Algarrobicos hay miles, cientos de miles, y actualmente hay un conato de resurgencia de la burbuja inmobiliaria, por ejemplo en Mojácar, donde la asociación tiene ahora cuatro enormes contenciosos contra otros tantos descalabros descomunales", afirman por último
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