Torturas y amenazas
Desarticulada en Almería la banda de "Álex el Ruso", experta en "ajuste de cuentas"
La Policía Nacional acaba con una violenta organización internacional asentada en el Poniente almeriense
La Policía Nacional ha informado de la desarticulación de una potente organización criminal asentada en el Poniente almeriense que se hacía llamar “La banda de Alex el Ruso”. La operación ha estado dirigida y coordinada por el Juzgado de Instrucción número 3 y la Fiscalía Especial Antidroga, ambos de Almería.
Según la Policía Nacional, esta banda estaba integrada por personas de una naturaleza especialmente violenta, que se dedicaban al tráfico de drogas. La peculiaridad de la organización es que eran verdaderos especialistas en el resto de actividades derivadas: los ajustes de cuentas, los secuestros, las extorsiones y lo que en el argot policial se conoce como “vuelcos” o robos de droga entre narcotraficantes.
La investigación conjunta entre la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) y la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Almería ha contado con la colaboración de los Grupos de Operaciones Especiales (GOE) de Málaga y Sevilla, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Almería y la Unidad de Guías Caninos de Madrid.
En total, se han detenido a 8 personas y se han incautado 38.585 euros, 5 armas blancas de grandes dimensiones, un táser, 350 gramos de hachís, 25 de cocaína y 5 de cristal, 180 pastillas de éxtasis, una significativa cantidad de anabolizantes, 3 vehículos de alta gama, un dispositivo de seguimiento GPS, un inhibidor de frecuencias y distintos útiles usados en la actividad criminal de la banda.
El origen de las actuaciones se remonta a finales de 2022, cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento del secuestro de un varón, que fue introducido a punta de pistola en un vehículo y trasladado a una finca del Poniente almeriense, donde afirmó haber sido cruelmente torturado durante horas. Sus captores le exigieron el pago de 50.000 euros o la entrega de dos fardos de hachís para su liberación. Dolorido y aterrado, el denunciante accedió a pagar por su libertad, pero antes de producirse, los secuestradores le obligaron a que les condujera a su domicilio y les señalara a los miembros de su familia.
A lo largo de los siguientes meses, movido por los excesos sufridos, la víctima cumplió con el pago de las distintas cantidades en efectivo exigidas por el grupo criminal, pero sus integrantes no dejaban de hostigarle, llegando incluso a colocar en su vehículo un dispositivo de seguimiento GPS para tenerlo controlado.
Cuando por fin se decidió a denunciar, la víctima explicó a los agentes que sus “torturadores” eran miembros de la banda de "Alex el Ruso", una organización criminal que se estaba haciendo un nombre en la provincia a base de violencia. También manifestó que, si bien en un primer momento desconocía el motivo de su secuestro y extorsión, durante su cautiverio supo que le hacían responsable de que un amigo en común, a quien no podían localizar, les hubiera vendido dos fardos llenos de sal en lugar de hachís.
Los investigadores, que por esas fechas ya manejaban información sobre las actividades de la citada banda, comprobaron la veracidad de los datos aportados por el denunciante y dirigieron sus esfuerzos a identificar a cada uno de sus integrantes y a determinar su posición jerárquica dentro de la estructura de la organización.
Fruto de estas pesquisas se obtuvo información que corroboró que el líder de la organización era un varón de nacionalidad rusa y 40 años de edad, que ya tenía en su haber distintas detenciones por delitos violentos.
El círculo más próximo a “el Ruso” estaba compuesto por dos “lugartenientes”, uno de nacionalidad lituana y otro de nacionalidad española. Abajo en el escalafón, los investigadores se toparon con miembros de la organización de distinta procedencia: norteamericana, rusa, marroquí y almeriense. La mayoría de ellos también con múltiples antecedentes relacionados con el tráfico de drogas y los robos.
Una vez centrados los objetivos, los agentes debían localizarlos. A pesar de las rigurosas medidas de seguridad establecidas por los miembros de la banda, que además cambiaban constantemente de vehículos y viviendas, se logró centrar a los investigados en cuatro domicilios ubicados entre Roquetas de Mar y El Ejido.
Con la pertinente autorización judicial y el apoyo de las unidades policiales especializadas, se llevó a cabo la entrada y registro en los mencionados domicilios, practicando las detenciones con las que se puede dar por desmantelada “la banda de Alex el Ruso”
De los 8 detenidos por los delitos de secuestro, tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, lesiones, robo con violencia, extorsión, delito contra la intimidad y tenencia ilícita de armas, el juez titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Almería ha decretado la prisión provisional para 5 de ellos.
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