Medio ambiente

La ganga ortega frena la instalación de una planta solar en Tabernas de 121.000 paneles

En Benahadux, la Junta niega la autorización ambiental a otro proyecto fotovoltaico de 100 hectáreas, llamado "El Capricho", que pretendía su ejecución en un monte público

Ejemplar de ganga ortega
Ejemplar de ganga ortegaSEO BirdLife

La delegación territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de Almería ha denegado la Autorización Ambiental Unificada (AAU) para la instalación de una plata fotovoltaica de 50MW en el término municipal de Tabernas debido a su afección a la ganga ortega y su hábitat. Según Seo BirdLife la ganga ortega (Pterocles orientalis) es una especie típica de zonas semiáridas, páramos y cultivos extensivos de secano, tanto de la Península como de Lanzarote y Fuerteventura, isla donde alcanza densidades relativamente elevadas. Más fácil de escuchar que de ver, su peculiar voz está desapareciendo poco a poco de los campos españoles. Se trata de una de las aves esteparias que han experimentado un mayor declive en las últimas décadas, y en España se estima que no quedan más de 8.500-13.500 ejemplares.

La Junta de Andalucía informa desfavorablemente al entender que "la superficie que abarcaría el proyecto de la planta solar fotovoltaica forma parte del área de distribución y hábitat de la ganga ortega y en aplicación del principio de cautela recogido en el artículo 191 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE)". En concreto, el punto 2 del mencionado artículo señala que "la política de la Unión en el ámbito del medio ambiente tendrá como objetivo alcanzar un nivel de protección elevado, teniendo presente la diversidad de situaciones existentes en las distintas regiones de la Unión. Se basará en los principios de cautela y de acción preventiva, en el principio de corrección de los atentados al medio ambiente, preferentemente en la fuente misma, y en el principio de quien contamina paga.". El proyecto en cuestión planteaba la construcción de un campo solar formado por 121.940 paneles fotovoltaicos de 410 Wp. de potencia.

El pasado 8 de febrero, el Parlamento andaluz rechazó una Iniciativa Legislativa de los Ayuntamientos (ILPA) que planteaba la suspensión de los «megaproyectos» de energías renovables, dada su afección al medio ambiente. El alcalde de Coria del Río (Sevilla), Modesto González, fue el encargado de su defensa, exigiendo un proceso «planificado y racional» bajo el paraguas de un Plan de Transición Energética, ya que «el Plan de Acción por el Clima de Andalucía no incluye esta necesaria planificación». La Junta defendió que, en el hipotético caso de que todos los proyectos que actualmente están en tramitación –alrededor de mil– salieran adelante, la superficie que ocuparían es de 65.000 hectáreas, lo que representa el 0,74% del territorio andaluz y el 1,53% del suelo cultivable.

EL CAPRICHO DE BENAHADUX

Este de Tabernas no es el único proyecto rechazado recientemente. En la misma provincia de Almería, en el término municipal de Benahadux, la Junta de Andalucía ha informado de forma desfavorable a la construcción de la planta solar denominada “El Capricho", con una superficie aproximada de 99,90 hectáreas y 75.777 módulos. En la resolución, el delegado territorial de Sostenibilidad basa su negativa en que "no se justifica la necesidad de alteración de un terreno forestal catalogado como monte público, que está declarado además de utilidad pública y que cuenta con un pinar bien desarrollado en alguno de sus parajes"; en segundo lugar, señala que "el carácter forestal de la práctica totalidad de los terrenos solicitados, que además forman parte de monte público, la afección a los HICs prioritarios, la presencia de flora y fauna catalogada, los efectos negativos que se generan sobre el Plan de Conservación y Recuperación de Dunas y Acantilados y los impactos sinérgicos que se generan con las demás actuaciones o propuestas, se considera que el impacto en el ámbito de la actuación sería muy relevante; en tercer lugar, señala que el vallado de la instalación provoca un detrimento importante para la conectividad ecológica de un paraje eminentemente forestal y con importantes elementos faunísticos que deben protegerse. Y, por último, se acoge a la "pérdida de naturalidad que sufrirá todo el ámbito del proyecto, ocasionada además de por los movimientos de tierra y la eliminación de la vegetación natural".