El PP pierde Carboneras y el Algarrobico se enreda todavía más

Justo cuando el Gobierno municipal del PP estaba moviendo ficha para desbloquear el derribo del polémico hotel El Algarrobico, PSOE, Ciudadanos y un concejal no adscrito procedente del PSOE han dado al traste con los planes de los populares en Carboneras, enredándose todavía más este conflicto urbanístico que supone un punto negro en la costa almeriense. Salvador Hernández (Cs) se hizo de nuevo con la Alcaldía de este municipio tras prosperar la moción de censura contra Felipe Cayuela (PP). El pacto entre la formación naranja y los socialistas contempla que en agosto de 2025 Hernández cederá el cargo a José Luis Amérigo (PSOE), que ostentaba la Alcaldía hasta la llegada de los populares.

En su intervención ya como regidor, Hernández aseguró que este mandato «será el del consenso» y abogó por «dar un nuevo rumbo» al Gobierno local para «hacer frente a las adversidades que se nos vienen encima». Destacó la «responsabilidad» que ha llevado a tomar esta decisión a él y al que será su equipo de gobierno «independientemente de la ideología y de las ideas políticas», al tiempo que remarcó que tienen por delante «una labor muy importante de recomposición» en un «pueblo que ahora mismo está totalmente dividido» y que «va a someter a una rigurosa y permanente fiscalización las decisiones que tomemos». «La actual realidad política municipal contiene inequívocos mensajes que no podemos desatender», subrayó el nuevo alcalde carbonero, quien reconoció las «laboriosas negociaciones» con los socialistas para pactar la moción de censura «ante un Gobierno municipal del PP naufragado». Sobre el Algarrobico, Hernández abogó por que las tres administraciones implicadas en la actual situación «se sienten a dialogar» con la promotora para «llegar a un gran acuerdo». En este sentido, afirmó que la solución a la problemática por la vía judicial «es un camino muy escabroso» y apostó por que se intente una «salida de la mejor manera posible» desde el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Estado.

«Como bien venimos viendo a lo largo de todos estos años, judicialmente, es un camino muy escabroso y creo que hay que llegar a un gran acuerdo para que, por fin, el hotel El Algarrobico desaparezca de las portadas de los periódicos y de ser noticia a nivel nacional», apuntó. Hernández, quien dijo estar «tan preocupado como el Gobierno andaluz» por la actual situación, declinó pronunciarse sobre si mantendrá la línea adoptada por su antecesor en la senda de la Junta, advirtiendo de que «indudablemente vamos a defender siempre los intereses del pueblo de Carboneras».

Por su parte, Cayuela, único en intervenir durante el debate previo a la votación, achacó la moción a «una trama con corrupción» y pidió la «dimisión inmediata» de Hernández y de «sus cooperadores necesarios» en referencia al grupo socialista y al concejal no adscrito. «En democracia el camino más corto no es el mejor. Lo que quiere la gente del pueblo de Carboneras es que un alcalde lo elija el pueblo y no estos tejes y manejes que no respetan la voluntad», dijo para cuestionar «cómo puede llegar a la Alcaldía quien menos votos tiene con argumentos totalmente falsos». En su intervención, en la que reprochó a la oposición «querer el poder a cualquier precio», aludió a «las denuncias cruzadas» en los juzgados y en la Fiscalía entre PSOE y Cs y se preguntó si en el acuerdo para la moción «se incluye algún pacto al respecto». «Le pido al PSOE que tenga altura de miras», remarcó. El ex alcalde rechazó las «graves acusaciones» contenidas en el texto de la moción e hizo algunas «aclaraciones», como que, según dijo, a su llegada al Gobierno de Carboneras se «encontró facturas por pagar por un importe superior a 3,3 millones de euros».

De su lado, el portavoz municipal del PSOE, José Luis Amérigo, señaló que la moción de censura «era un clamor» en el municipio debido a «la desconfianza generalizada» en la gestión del PP y aludió también a la «inestabilidad fruto de la minoría» con seis concejales. Amérigo, que accederá a la Alcaldía el próximo año, aseguró que Carboneras se encuentra «ante un momento de muchas transformaciones» y de una segunda «modernización».