
Vivienda
Así es la nueva promoción de Grupo ABU en el Prado de San Sebastián de Sevilla
El complejo, situado en una de las zonas más cotizadas de la ciudad, contará con 53 viviendas de hasta cinco habitaciones
Tras meses guardando el secreto, Grupo ABU, una de las promotoras con mayor proyección de la ciudad, ha dado a conocer todos los detalles de la nueva promoción de viviendas del Prado de San Sebastián. El complejo se ubica en uno de de los enclaves más elegantes y privilegiados de Sevilla, concretamente en la calle Diego de Riaño. La compañía cierra así el círculo y levantará su último proyecto con la estética y la arquitectura que ya forma parte de su sello, pero siempre respetando la línea patrimonial de la zona.
El residencial estará formado por cuatro edificios de hasta 53 viviendas construidas en una parcela con 7.796 metros cuadrados de edificabilidad total, proyecto en el que el grupo promotor espera generar un volumen de negocio de más de 50 millones de euros.

Respeto por la arquitectura del entorno
Al complejo se accederá a través de la Calle Diego de Riaño, tanto a nivel peatonal como rodado, para lo cual se diseña una única entrada mediante un gran espacio a doble altura que, de alguna manera, pretende responder con la escala adecuada al entorno que lo rodea.
En el interior, un espacio libre privado y cuidadosamente diseñado desde el punto de vista paisajístico servirá de distribuidor y antesala a los cuatros bloques que conducen hacia las viviendas. El proyecto formalmente prestará especial atención en su diseño a la elegancia y presencia de los edificios vecinos. De esta manera, su fachada se proyectará con la configuración de grandes huecos verticales, amplios balcones, basamentos, remates y marcadas líneas horizontales, cuya estética y pauta ordenada son propios de esta zona emblemática de la ciudad.
En este emplazamiento único se proyectan viviendas con una variada oferta de tipologías de entre 1, 2, 3, 4 y hasta 5 dormitorios. Todas ellas están diseñadas con amplias terrazas a las que asoman los salones, las cocinas y los dormitorios principales.

Las viviendas cuentan con ventilación cruzada y doble orientación, lo que permite un óptimo soleamiento e interesantes vistas tanto hacia el Casco Histórico, incluso hacia La Giralda o la Plaza de España, o hacia la espaciosa glorieta de la avenida de Carlos V. Cabe destacar que las vistas tomarán un protagonismo único y especial en los privilegiados áticos proyectados en cubierta con terrazas y solarium, cuyas amplias dimensiones permitirán que se incluyan piscinas privadas.
Por otro lado, se dotará a la promoción de dos plantas de sótano para 95 plazas de aparcamientos y 56 trasteros. Dentro de las zonas comunes, y para un mayor disfrute del exclusivo entorno, se encontrará una piscina en la cubierta del edificio, que ofrecerá un espacio de relax en altura con las mejores vistas de la ciudad.
Una promoción no exenta de retos
Según los arquitectos de la nueva promoción, Javier Jiménez Sánchez-Dalp y Javier Romero, el proyecto situado en el Prado de San Sebastián planteaba importantes desafíos tanto por su localización como por su carga simbólica y urbana.
"Una ubicación privilegiada como el Prado de San Sebastián conllevaba la enorme responsabilidad de responder de manera sensible y acorde a tan inmejorable entorno", señalan. A ello se sumaba una la particularidad de que "el edificio tendría que acoger no sólo a las nuevas viviendas proyectadas sino también a las familias que volvían tras tener que abandonarlo por cuestiones estructurales", lo que exigía que "dichas viviendas preexistentes debían ser integradas en el conjunto con una disparidad programática que influía inevitablemente en la propia composición del edificio".
La normativa aplicable al estar en el casco histórico también condicionó el diseño. Como explican, "las normas de composición de la fachada obligaban a huecos verticales y prevalencia de macizos sobre huecos, características claves de la arquitectura residencial sevillana". Para dar respuesta a esta regulación, decidieron incorporar "unas fuertes cornisas horizontales que intentan homogeneizar la complejidad interior del edificio, dotando a su vez de clasicismo y orden".

En cuanto a los recursos formales empleados, destacan que "los macizos, configurados con cierto movimiento con potentes piezas inclinadas, parecen querer mostrar un edificio que no se decide dónde mirar ante tanta belleza del entorno". Este gesto compositivo pretende unir "tradición y contemporaneidad de manera responsable y sensible".
La elección de materiales también respondió a esta lógica de diálogo con la tradición. "Precisamente el histórico arquitecto Diego de Riaño sirvió de inspiración a otra de las decisiones fundamentales del proyecto, su materialidad", apuntan. Además, han asegurado que "el aspecto pétreo de tonos calizos de obras tan importantes como la Casa Consistorial o la Sacristía Mayor de la Catedral, ligaba ineludiblemente a una materialidad enraizada con la arquitectura sevillana", lo cual "aportaba una solución acorde a la pretendida respuesta clásica y elegante del edificio proyectado".
Desde la calle Diego de Riaño, un pórtico de doble altura deja entrever un patio interior cargado de vegetación que servirá de distribuidor a los distintos núcleos de escaleras de acceso a las viviendas. Hogares, como no podría ser de otra forma, con grandes terrazas que no pueden más que admirar y disfrutar del entorno en el que se insertan.
Remata el edificio una potente cornisa, también de orden clásico, tras la que se configura en cubierta tanto una zona común con piscina comunitaria con vistas a la Giralda o la Plaza de España, como las viviendas áticos que gozarán de manera privilegiada de estas mismas vistas.
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