Tribunales

La Audiencia de Sevilla confirma cárcel para tres agentes por introducir un "brutal" alijo de 368 kilos de coca

El fiscal destaca que los policías "vigilaban" el transporte "concertados" con el grupo y que el guardia civil fue sorprendido "in fraganti"

Audiencia de Sevilla
Audiencia de Sevilla EP

Durante el juicio que celebra la Audiencia de Sevilla contra once personas, entre ellas dos agentes de la Policía Nacional, un guardia civil y un escolta del Ministerio de Interior; por participar presuntamente en la introducción en España de casi 368 kilos de cocaína procedentes de Colombia, el fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones, en las que reclama ocho años de cárcel y multa de 45 millones de euros para cada uno de los acusados, por un delito contra la salud pública en la modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, con la circunstancia de notoria importancia.

El fiscal ha considerado que durante el juicio, han quedado acreditados los hechos relativos a la introducción en España de un alijo de 365 paquetes de cocaína de una pureza media de más del 79 por ciento y un peso total de casi 368 kilogramos, dentro de un contenedor que contenía piñas y que había sido transportado en barco desde Colombia hasta el puerto de Málaga, desde donde fue transportado en camión hasta una nave de Carrión de los Céspedes, en la provincia de Sevilla, lugar donde un dispositivo policial abortó toda esta operación.

El fiscal ha destacado la "cantidad tan brutal de cocaína" que los acusados pretendían introducir en España para su venta a terceros, con pruebas tan "contundentes" como el hecho de que varios de ellos fueron sorprendidos "in fraganti" por la Policía Nacional en la citada nave de Carrión, mientras iban a manipular el contenedor con "herramientas y utensilios" para extraer del mismo los paquetes de droga. El valor de la citada cuantía de cocaína habría oscilado entre los 14,45 millones de euros al por mayor y los 37,9 millones de euros al por menor, según se calcula.

De este modo, el representante del Ministerio Público ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, toda vez que en su escrito de acusación, la Fiscalía precisa que el mencionado contenedor, cargado con piñas pero además con la citada cantidad de cocaína oculta en su fondo, fue recogido el 14 de septiembre de 2022 en el Puerto de Málaga por uno de los acusados, a los mandos de un camión marca Iveco, con el cual este contenedor fue transportado, recalando en una nave del polígono La Isla de Dos Hermanas, bajo la vigilancia de otros tres inculpados --dos de ellos policías nacionales y un escolta privado del Ministerio de Interior--, que circulaban en un Audi A6.

Al día siguiente, la organización habría enganchado el remolque con el mencionado contenedor a otro camión diferente, que habría partido conducido por otro más de los acusados, de nuevo bajo la vigilancia de tres de los mismos que viajaban en el turismo modelo Audi A6.

La descarga en la nave de Carrión

Este otro camión habría recalado en una nave del polígono Novopark de Carrión de los Céspedes alquilada por otro más de los acusados, quien "facilitó el inmueble para la descarga de la droga". En el interior de la nave, ya descargado el contenedor, otros cuatro de los acusados, uno de ellos agente de la Guardia Civil, estaban dispuestos para la manipulación del mismo al objeto de extraer la droga, mientras el citado vehículo Audi A6 seguía realizando labores de vigilancia en el exterior, con tres de los encartados a bordo.

Fue en ese momento cuando un dispositivo policial se saldó con el arresto de los tres acusados que ejercían labores de vigilancia y los cuatro inculpados que se habían hecho cargo del contenedor con la droga, según el Ministerio Público.

Figura en el escrito de acusación un último acusado responsable de la "coordinación" de parte de la operación y del reclutamiento de algunos de los encausados para la realización de la misma, así como la intervención de numerosas armas de fuego cortas, munición y más equipamiento policial en las viviendas de los agentes encartados.

En ese sentido, el fiscal del caso ha desgranado los detalles de los supuestos hechos contenidos en su escrito de acusación, asegurando que "no hay ninguna duda de la autoría" por parte de los encausados, comenzando por los dos policías nacionales y el escolta del Ministerio de Interior, de quienes ha destacado que "siempre" actuaron en funciones de "vigilancia, control y seguimiento" del cargamento de droga, en favor de los intereses del grupo delictivo.

ESTABAN "CONCERTADOS"

El hecho de que estos agentes siguiesen a cada uno de los camiones que transportaron la droga fuera de sus misiones oficiales y que coincidiesen con el primer conductor del alijo en una escala simultánea en una estación de servicio de la autovía A-92, según el fiscal, prueba que estaban "concertados" con dicho conductor y su participación en la trama.

También ha recordando el testimonio del policía nacional encargado de instruir las diligencias de dicha operación, quien relataba que supieron de la condición de agentes de tres de los encartados en el momento de las detenciones y que después, por los protocolos de comunicación entre unidades, tuvieron constancia de que Asuntos Internos ya contaba con "información previa" sobre estos funcionarios a los que calificó de "corruptos".

El fiscal ha señalado además cómo los cuatro acusados detenidos en el interior de la nave, uno de ellos guardia civil, fueron sorprendidos "in fraganti" mientras se disponían a desmontar el doble fondo del contenedor para acceder a los paquetes de cocaína; señalando además los "contactos" de los conductores de los camiones con el acusado considerado "coordinador" de la operación; así como el papel del acusado que "facilitó" la nave de Carrión para la operación.

Se trata, según ha dicho, de hechos "obvios y evidentes", acreditados mediante pruebas "contundentes", que deben conducir a una sentencia condenatoria.