Tribuna|"Tornaviaje"

Bélicos

"Rusia jamás ha perdido las guerras con Occidente. Tiene bajo su dirección a dos grandes Mariscales: el Tiempo y el Hielo. Además, un arsenal nuclear", señala Carlos Pérez Ariza

Emmanuel Macron recibe a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a las puertas del Elíseo
Emmanuel Macron recibe a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a las puertas del ElíseoDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Macron y Ursula quieren más armas. ¿Quiénes asesoran desde arriba a estos dos imprudentes? ¿Ganar en Ucrania con más guerra? ¿Qué franceses, alemanes y demás europeos de la OTAN desean dejar su bienestar para ir a morir a las estepas rusas? Putin, el neo Zar, les advierte del horror nuclear. Tal vez esos líderes de la UE quieran una salida bélica como respuesta a sus intensos problemas internos: recesión a las puertas, invasión de la millonaria población de los hijos de Alá, la apretada faja de la Agenda 2030, el nublado norte que han perdido.

Rusia jamás ha perdido las guerras con Occidente. Derrotados fueron los caballeros Teutones, la Grande Armée de Napoleón, la I y II guerras mundiales; en la última se quedaron con la Europa del Este y media Alemania, hasta hace nada. Juega con la historia a su favor. Su guerra civil con Ucrania es contra la Europa de la OTAN. Tiene bajo su dirección a dos grandes Mariscales: el Tiempo y el Hielo. Además, un arsenal nuclear. Macron y doña Ursula lo saben, porque fueron buenos estudiantes.

El mundo parece estar en un escenario prebélico y el francés y la alemana se meten a apuntadores. El informe de Thomas L. Friedman (The NYTimes, 25/enero 2024) explica tal panorama mundial. «(…) Ucrania quiere unirse a Occidente. Israel quiere unirse al Oriente árabe; Rusia, con la ayuda de Irán, está tratando de detener al primero; Irán y Hamás están tratando de detener al segundo».

Hay vasos comunicantes. Una geopolítica de bloques, donde la UE está atrapada entre dos frentes. Una lucha entre dos concepciones del mundo que, si no encuentran una entente cordial, quemará el planeta. China juega en la cuerda floja. Putin juega en esa mesa de póker con Corea del Norte, India, Bielorrusia e Irán; y los mirones de Iberoamérica.

Ya Occidente está metido en Ucrania. Tropas sobre el terreno nos acercaría a una guerra total, como la que quería el doctor Goebbels.