Infraestructuras

El Cable Inglés como reclamo turístico

El recorrido en altura deja perspectivas desconocidas de estructuras arquitectónicas como la Rambla o la Alcazaba

Remodelación de El Cable Inglés
Remodelación de El Cable Inglés EP

Almería ha abierto al público su nuevo paseo peatonal con el que ofrece un mirador en altura desde el antiguo cargadero mineral de «El Alquife», más conocido como «el Cable Inglés». 50 años después de terminar su actividad, esta infraestructura industrial clave en la iconografía almeriense desde 1904, fue declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 1998 y recoge ahora «la primera de las actuaciones del Puerto Ciudad que ve la luz» y un «hito histórico en las relaciones de Almería con su frente marítimo», según ha destacado la alcaldesa, María del Mar Vázquez.

La segunda fase para la puesta en valor de la pasarela ha recibido una inversión total de 2,7 millones de euros, ha sido promovida por la Autoridad Portuaria y subvencionada, en gran parte, a cargo del 2% cultural: «Nos encontramos admirando como el mar baña la ciudad de Almería», ha apuntado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, tras «unas obras de restauración en la que hemos estado trabajando tres años, con una subvención de 2,2 millones de euros».

Desde el Ejecutivo han declarado que «cumplimos, así, con la obligación constitucional de enriquecer nuestro patrimonio histórico, proyectarnos hacia el futuro y garantizar el disfrute de este legado a las generaciones futuras». La puesta en valor de la plataforma superior del Cable Inglés ha requerido la restauración de la estructura metálica, la fijación de barandillas de seguridad, la instalación de un nuevo sistema de iluminación y la creación de una pasarela de madera de iroko importada desde Camerún, en «un claro ejemplo de colaboración interadministrativa, interlocución activa, diálogo permanente y acuerdos positivos para que siempre gane Almería», según ha valorado la presidenta de la Autoridad Portuaria almeriense, Rosario Soto.

Por fin, foto de unidad para olvidar los numerosos retrasos administrativos para hacer realidad la actuación, desde que el órgano portuario adquiriera el cargadero de mineral hace 22 años. «Todo un hito urbano, arquitectónico y hasta sentimental para nuestra ciudad», ha apreciado la alcaldesa de Almería, «que nos permite reconducir nuestra relación con el frente marítimo y cambiar esa percepción, siempre paradójica en una ciudad costera, de que Almería ha vivido muchos años de espaldas al mar».

En una jornada en la que también se firmaba el convenio entre el Puerto, el Consistorio y la Junta de Andalucía para el desarrollo de la actuación integral denominada «Adecuación y Apertura del frente marítimo de la ciudad de Almería», con el objetivo de impulsar el desarrollo urbano con nuevos usos empresariales, culturales, de ocio y comerciales en los espacios compartidos entre la localidad y su puerto; la apertura del Cable Inglés muestra «el potencial por descubrir» de la capital almeriense.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha reiterado en su visita al muelle de carga inaugurado por el rey Alfonso XIII hace 120 años, que se «salda otra deuda antigua con Almería» al reforzar «un vínculo fundamental con el puerto».

El Gobierno andaluz incide en la importancia de integrar los puertos en las ciudades y «abrirlos al uso y disfrute de los andaluces» para lo que «se están promoviendo y apoyando distintas iniciativas para respaldar acciones que hagan permeables a estos recintos que hasta ahora habían estado cerrados y habían crecido a espaldas de la ciudad» Además, Juanma Moreno se hacía eco de la expectación social ante la apertura del Cable Inglés, un hecho «deseado por decenas de miles de almerienses», «un verdadero acontecimiento» y «un espectacular atractivo turístico y cultural para Almería».

Efectivamente, la expectación ha sido tan alta entre los propios almerienses que más de 20.000 personas han reservado ya un paseo con vistas únicas al horizonte marítimo de la ciudad y a su entorno urbano. Un recorrido en altura que deja perspectivas hasta ahora desconocidas de estructuras arquitectónicas fundamentales como la Rambla o la Alcazaba, además de una posición privilegiada para disfrutar de todo el «skyline» de la ciudad de Almería. Las visitas son gratuitas, pero se ha limitado el aforo a 250 personas simultáneamente sobre el embarcadero, en cinco pases diarios que gestiona la Autoridad Portuaria y que prometen estar completos, al menos, durante las próximas semanas. Desde abril, «los almerienses vamos a poder ver, entender y disfrutar de nuestra franja marítima de un modo más atractivo, más dinámico y con más posibilidades de añadir recursos y oportunidades», confía la alcaldesa de la ciudad, María del Mar Vázquez.

El largo viaducto desde la estación de ferrocarril hasta la playa de Las Almadrabillas, con arcos de sillería y puentes de estructura metálica, que facilitaba en vagones el transporte del mineral hacia los barcos, ahora convertido en un mirador espectacular en el Mediterráneo..