Homenaje

Una plaza para el sacristán asesinado en Algeciras

El municipio gaditano vela a Diego Valencia tras el ataque a las iglesias

El féretro de Diego Valencia, el sacristán asesinado en Algeciras, llega a la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma. Nono Rico
El féretro de Diego Valencia, el sacristán asesinado en Algeciras, llega a la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma. Nono RicoNono RicoNono Rico

El alcalde de Algeciras (Cádiz), José Ignacio Landaluce, ha propuesto al Pleno municipal que una plaza pública de la ciudad lleve el nombre de Diego Valencia Pérez, el sacristán de la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la Palma asesinado en los atentados del pasado miércoles.

Durante la celebración del Pleno, que se ha limitado a las muestras de condolencias de todos los grupos políticos de la Corporación, el primer edil ha explicado que “ésta es una de las mejores maneras que la ciudad puede tener para homenajear la memoria de alguien a quien la sinrazón ha arrebatado lo más sagrado, la vida, y que siempre fue un ejemplo de ayuda a los demás”.

Para ello, ha propuesto que la plaza pública que se va a construir frente al Centro Documental de la ciudad lleve el nombre del sacristán, en una ubicación muy cercana al monumento dedicado en la ciudad a las víctimas del terrorismo.

Al mismo tiempo, el regidor ha propuesto que los dos agentes de la Policía Local algecireña que llevaron a cabo la detención del presunto asesino tras cometer el crimen sean condecorados por la acción llevada a cabo, y en la que pusieron en riesgo sus propias vidas sin dudarlo.

“Toda Algeciras ha de felicitar a la Policía Local por la profesionalidad que sus integrantes demuestran a diario. En este sentido, también quiero poner en valor la colaboración y el trabajo realizado por el Cuerpo Nacional de Policía no solo en este doloroso caso, sino por su entrega en la protección de todos los algecireños”, subraya la primera autoridad municipal.

A las diez de la noche ha llegado el féretro del sacristán Diego Valencia, que fue asesinado ayer por un hombre de origen marroquí, a la iglesia de la Palma en Algeciras (Cádiz) donde se instala la capilla ardiente. EFE/A.Carrasco Ragel.
A las diez de la noche ha llegado el féretro del sacristán Diego Valencia, que fue asesinado ayer por un hombre de origen marroquí, a la iglesia de la Palma en Algeciras (Cádiz) donde se instala la capilla ardiente. EFE/A.Carrasco Ragel.A.Carrasco RagelAgencia EFE

En el mismo sentido, Landaluce ha agradecido sinceramente que los plenos de las ciudades de Ceuta, San Fernando y Rota guardasen ayer minutos de silencio en sus sesiones, en solidaridad con Algeciras.

Tanto los integrantes de la Corporación municipal como los asistentes han guardado un minuto de respetuoso silencio en memoria de la víctima, al tiempo que han mostrado su satisfacción por la recuperación del vicario parroquial de San Isidro.

Algeciras está velando en las últimas horas al sacristán Diego Valencia .

Diego Valencia, de 65 años, casado y con dos hijos, era una persona muy querida en Algeciras, especialmente por su vinculación al mundo cofrade y porque regentaba una floristería en la ciudad.

Su cuerpo fue trasladado anoche a la Iglesia Nuestra Señora de La Palma, a cuyas puertas murió el sacristán a última hora de la tarde del pasado miércoles.

Allí se ha instalado la capilla ardiente, para que los algecireños se despidan del sacristán asesinado en un ataque que ha conmocionado a la ciudad.

A las 13:00 se celebrará el funeral en su memoria.

El detenido ha sido trasladado esta madrugada a Madrid, para ser conducido a la Comisaría General de Información. El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha autorizado la petición de los investigadores de prorrogar su detención hasta agotar los cinco días máximos que permite la ley en casos de terrorismo.

El juez considera provisionalmente que actuó guiado por una “voluntad terrorista” que vincula, al menos en principio, con el “salafismo yihadista”.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo ayer en Algeciras que además de la motivación terrorista, las pesquisas no han dado por cerradas otras hipótesis posibles.

Mientras, algunos compañeros de la casa en ruinas en la que vivía desde hace un año el detenido relataron anoche a EFE que creen que “no está bien de la cabeza” y que había empeorado desde hace uno o dos meses, cuando dejó de beber alcohol y drogarse, empezó a rezar y se volvió “cada vez más agresivo, más paranoico y más raro” , incluso amenazando con el machete y agrediendo a algunos de ellos, marroquíes y musulmanes como él.