Detenidos por cultivar marihuana en un invernadero de tomates en Chipiona

Agentes de la Guardia Civil ha desmantelado una plantación indoor de marihuana en la localidad de Chipiona (Cádiz) instalada en el interior de un invernadero oculta entre el cultivo de tomates y que tenía capacidad para albergar hasta 3.000 plantas, por lo que han sido detenidas tres personas y se han incautado 471 kilos de marihuana.

Según ha explicado la Guardia Civil en una nota, el modus operandi consistía en recolectar la marihuana y transportarla hasta una nave de celebraciones para su elaboración y posterior venta al público. En la nave de celebraciones, utilizada como guardería, se localizó, ubicado en una habitación de la primera planta, un doble fondo oculto en el falso techo para realizar las mismas labores ilícitas.

La operación se desarrolló a principios del mes de junio, cuando guardias civiles pertenecientes al Puesto de Chipiona y agentes del Área de Investigación tuvieron conocimiento de que en un invernadero de esa localidad pudiera haber instalado una plantación de marihuana. Tras una laboriosa investigación en la que se realizaron numerosas vigilancias discretas, los agentes obtuvieron pesquisas suficientes para sospechar que en el interior se estuviera cometiendo dicha actividad ilícita.

Durante las primeras gestiones los guardias civiles pudieron comprobar que el invernadero aparentemente albergaba plantas de tomates que ocupaban todo el perímetro del mismo y que en el centro de dicho cultivo se ocultaba una gran plantación de marihuana difícil de detectar desde el exterior.

Así, los agentes continuaron con las investigaciones para localización de los autores, donde pudieron recabar indicios que les llevó a descubrir el modus operandi de este entramado. Los autores, tras recolectar el cultivo de marihuana, la transportaban hasta una nave de celebraciones ubicada en la misma localidad donde se sospechaba que se utilizaba como guardería y elaboración.

El pasado día 26, mediante orden judicial de entrada y registro, los agentes accedieron a la nave corroborando que la misma se estaba utilizando como guardería para almacenamiento de toda la droga que provenía del invernadero, así como que disponía de toda la infraestructura necesaria para la elaboración y puesta a punto de la marihuana para su posterior venta al público de forma inmediata. En el mismo lugar se localizaron camas, sofás y mobiliario que permitía al que guardaba la nave pernoctar y vigilar 24 horas desde el interior.

Durante el registro se descubrió que una de las habitaciones de la planta superior de la nave, la cual se dividía en cinco habitáculos, se había practicado un doble fondo en el falso techo suspendido de la habitación. En el interior de ese falso techo se ubicada todo un habitáculo dispuesto para plantación de marihuana, almacenamiento y elaboración, provisto de infraestructura eléctrica para el crecimiento de las mismas.