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Sancti Petri: la puesta de sol y los vestigios de Hércules que enamoran a la prensa británica

"The Sun" se hace eco del atractivo del municipio gaditano como una de las mejores "escapadas urbanas" del mundo

El Castillo de Sancti Petri
El Castillo de Sancti PetriTurismo de CadizLa Razón

“The Sun” se hace eco de “una isla en España que alberga mucho sol invernal y puestas de sol impresionantes”. La publicación británica señala que “la isla Sancti Petri frente a la costa de Cádiz podría ser el refugio perfecto para tomar el sol invernal”. Recoge también que “la pequeña isla alberga un castillo construido en el siglo XVII”.

“The Sun” alude a que “si bien la isla ahora forma parte de España , primero fue ocupada por los fenicios, quienes construyeron un templo al dios Melqart”. Señala asimismo que “la estructura fue reemplazada por un templo dedicado a Hércules , que fue construido por los romano”.

El templo de Hércules, o Melqart en tiempos fenicios, de como mínimo el siglo IX antes de Cristo, fue un lugar de peregrinación que se ha convertido en una suerte de arca de la alianza para los arqueólogos. Las teorías son múltiples pero las respuestas siguen siendo una incógnita para un lugar, citado por Estrabón y Filóstrato de Atenas, al que la leyenda señala que acudió Aníbal, el cartaginés, en ofrenda después de su campaña militar. De la ubicación final depende también la interpretación de la historia y de la colonización fenicia. Estrabón dejó escrito que «levantaron la ciudad al oeste y el templo al este de la isla». Casi 2.100 años después, el misterio sigue vigente.

La historia de Sancti Petri está íntimamente ligada a civilizaciones de tan extraordinaria relevancia como la fenicia y al soñado Templo de Hércules, uno de los espacios marinos más extraordinarios de cuantos existen en la Bahía de Cádiz, en cuyas profundidades está escrita gran parte de la historia de Cádiz, España y el mundo.

Además, según la leyenda, junto al mítico templo de Melkart se levantaba una escultura en su honor. No hay evidencias más allá de los grafitos hallados en la factoría de salazones pero el Faro de Gades se menciona en diversas fuentes. A los cuatro cuerpos de altura se sumaría una gran escultura de cinco o seis metros de Heracles, hecho de bronce dorado, cobre, hierro con cobre o latón con baño de oro. El Coloso de Cádiz era un faro de cuatro cuerpos con una escultura del dios.

La leyenda recoge incluso que el propio Julio César lloró en el Templo de Hércules. Suetonio cuenta en su «Vida de César» (VII) que «durante su cuestura, logró la España Ulterior, donde, al recorrer las asambleas de esta Provincia, para administrar justicia por delegación del pretor, al llegar a Cádiz, viendo cerca de un templo de Hércules la estatua de Alejandro Magno, suspiró profundamente como lamentando su inacción; y censurando no haber realizado todavía nada digno a la misma edad en que Alejandro ya había conquistado el mundo, dimitió en seguida su cargo para regresar a Roma y aguardar en ella la oportunidad de grandes acontecimientos. Los intérpretes dieron mayor pábulo a sus esperanzas, interpretando un sueño que tuvo la noche precedente y que perturbaba su espíritu (pues había soñado que violaba a su madre), prometiéndole el imperio del mundo, porque aquella madre que había visto sometida a él, no era otra que la Tierra, nuestra madre común».

La publicación incluso alude a que “Hércules es el mítico fundador de Cádiz". “Los romanos creían que Hércules estaba enterrado en la isla Sancti Petri, de ahí el templo”, apunta “The Sun”. Según la publicación, “la isla adquirió importancia estratégica, por lo que el castillo se construyó encima del templo romano “. “El castillo fue desmantelado por los militares en 1918 y se añadió un pequeño faro”, añade.

A la isla, recoge “The Sun”, se puede llegar “en ferry desde el puerto deportivo de Sancti Petri o en kayak hasta la isla”.

La publicación británica destaca las “impresionantes puestas de sol, que los turistas pueden contemplar desde el castillo”. También se alude a que se trata de un destino poco conocido pero es “una de las escapadas urbanas más baratas del mundo”. En cualquier caso, la historia y la belleza natural no tienen precio.