"Méritos e infamias"

A la calle Juan Manzorro

"Roma total, dándoles a sus héroes y dioses familiares el sitio de honor para rozar la vida cotidiana todos los días"

El periodista Juan Manzorro
El periodista Juan ManzorroLa RazónLa Razón

A veces la Justicia llega aunque te coja comiendo malvas y ni te enteres del sahumerio oficial. No es el caso de Juan Manzorro, genial periodista gaditano y mejor compañero de redacción, al que esta semana le ponen calle en Cádiz. «Bien picha, bien», se escucha en este más acá de transistores huérfanos de la voz de Juan, agradeciendo el detalle del Ayuntamiento gaditanorum. Qué clase, qué estilo y qué arte que se siga usando la palabra nomenclátor cuando se habla de nombres, placas, esquinas y plazas donde cultivar la memoria. Roma total, dándoles a sus héroes y dioses familiares el sitio de honor para rozar la vida cotidiana todos los días. «A la calle Juan Manzorro», se le puede pedir al taxista que te lleve, con la media tajá a cuestas, después de ponerte tibio una noche de ensayos generales. Sublime, se me ocurren cientos de ejemplos que decirle al chófer para llevarle, en cierto modo, a Juan todo el Cádiz que él adoraba. Se la ponen cerca de San Severiano, mira qué bien, y junto al interior de la Bahía, donde ahora la disfrutan los Carpinteros de Ribera. «Buen sitio, cojones», a medio camino entre el cogollo de la vieja ciudad y la parte que observa desde lejos al «Cadi, Cadi, Cadi». Es decir, en esa bisagra de la ciudad que junta los dos universos gaditanos. Fuera y dentro, más o menos, como los grises por donde se mueve el sentido de un lugar donde nada es lo que parece. Se la reclamaron al alcalde la gente de la Asociación de la Prensa, los buenos compañeros que velan por la dignidad de la profesión y, en este caso, por el buen recuerdo del locutor. Nos llega la previsión, además, con una agenda informativa de esas que le hubieran venido de perlas para montar boletines de media mañana en el viejo Canal Sur de la Plaza de España: siguen las altas temperaturas, fichajes y bajas de la nueva plantilla del Cádiz, continúa el lío con los trabajadores de la industria auxiliar, un fuego en la Viña, previa de la procesión del Corpus y Facua metiéndole el ojo al Nazareno de San Fernando por que sus hermanos lo llevan a San Carlos. Nada ha cambiado, qué más quieres Juan.