
Salud
La crisis sanitaria pone a prueba la mayoría social en Andalucía
Los problemas en la gestión de los cribados de cáncer de mama han generado rechazo en la ciudadanía, aunque el escenario político no da muestras de un debilitamiento electoral de los populares en la comunidad

Cuando Juanma Moreno consiguió en 2022 la primera mayoría absoluta del PP en unas elecciones autonómicas en Andalucía sabía que, más allá del habitual y lógico respaldo del centro-derecha, en el resultado cosechado había mucho voto prestado. Es decir, votantes socialistas desencantados apoyaron a Moreno porque dieron su aprobación a la primera legislatura del Ejecutivo del cambio, en la que gobernaron PP y Ciudadanos con el respaldo de Vox en la investidura. Se conformó así una mayoría social en torno al PP que ahora se pone a prueba a raíz de la crisis de los cribados de cáncer de mama, un problema que desde San Telmo se está intentando atajar con más inversión y medios humanos y materiales.
Ya lo reconoció el propio Moreno en la última sesión de control en el Parlamento andaluz, señalando que el objetivo de la oposición era «reventar la mayoría social que respalda al Gobierno actual». Y en eso están el PSOE-A, Por Andalucía, Adelante Andalucía e incluso Vox. Es evidente la escasa sintonía del presidente andaluz con el partido de Abascal. De hecho, en los corrillos posteriores a la recepción que ofrecieron los Reyes con motivo de la Fiesta Nacional dejó claras sus diferencias con Vox y su nula voluntad de pactar con este partido si no logra revalidar la mayoría absoluta en las próximas elecciones. Incluso habló de repetir los comicios si los números no les son favorables, siempre que la izquierda no logre los diputados suficientes para gobernar.
No obstante, el escenario político actual no sugiere un debilitamiento de ese respaldo social y electoral en torno al PP en Andalucía. Y tan sólo hay que mirar hacia los partidos de izquierda, con liderazgos cuestionados y desdibujados. De un lado, a la candidata socialista, María Jesús Montero, le resta la acumulación de cargos que todavía mantiene en el Gobierno de Pedro Sánchez. Se trata de un perfil desgastado que genera poca ilusión en el electorado e incluso entre las propias filas del partido, que ven que su vinculación con Sánchez le pasará factura en las elecciones andaluzas. De otro lado, los partidos situados a la izquierda del PSOE están sumidos en la habitual crisis de liderazgo con los comicios en el horizonte. Cada vez es más probable que no se repita la confluencia de partidos que concurrieron bajo la marca Por Andalucía. Parece que Podemos se presentará en solitario, a pesar de las constantes llamadas a la unidad de los dirigentes de IU. Adelante Andalucía, por su parte, ya ha mostrado su intención de volver a presentarse en solitario con un programa de izquierda alternativa y andalucista.
Las encuestas, además, respaldan la consecución de una mayoría suficiente por parte del PP. La última que publicó este periódico otorgaba una horquilla de entre 57 y 59 escaños a los populares, revalidando la mayoría absoluta. Montero, por su parte, empeoraría el resultado del PSOE, cosechando entre 26 y 28 escaños. Actualmente los socialistas mantienen 30 diputados en el Parlamento autonómico. Se trata de una señal más del debilitamiento de una candidata que no termina de convencer, unida a un presidente del Gobierno cada vez más cuestionado y con un entorno familiar asediado judicialmente. El sondeo remarca una mejoría electoral de Vox, que pasaría a tener entre 16 y 17 diputados frente a los 14 actuales. Es el partido que más rédito sacaría de la actual crisis sanitaria. En cuanto a los partidos situados a la izquierda del PSOE, Por Andalucía mantendría sus cinco diputados y Adelante Andalucía sumaría uno, obteniendo tres en total.
Cierto es que los desajustes en los cribados de cáncer de mama han provocado mucho descontento social. Un enfado que cristalizó en las calles el miércoles de la semana pasada, cuando miles de manifestantes se concentraron en la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Sevilla para protestar por la gestión de un programa, el de detección precoz de cáncer de mama, en el que son llamadas casi medio millón de mujeres. Ese miércoles, precisamente, la Junta reaccionó cesando a la consejera de Salud y anunciando un refuerzo inversor y de personal para atender a las mujeres que tenían un diagnóstico dudoso, en torno a 2.000 en toda la comunidad autónoma. Esa manifestación, y otras concentraciones posteriores en Cádiz y Huelva, no alcanzaron el seguimiento de otras que se convocaron en la etapa socialista y que pusieron en jaque al Gobierno andaluz de entonces. Cabe recordar que el fallecido Jesús Candel «Spiriman» lideró muchas concentraciones, primero contra la fusión hospitalaria que se estaba gestando en Granada y luego contra la política sanitaria de la Junta en general. Hasta 18.000 personas llegó a congregar en sendas concentraciones en Sevilla.
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