Cargando...

Investigación

CSIC descubre cambios en la microbiota del mosquito común que podrían influir en la transmisión de la malaria aviar

Constituye un buen modelo de estudio para investigar la transmisión de este tipo de enfermedades en la naturaleza

La enfermedad es transmitida por un mosquito Creative Commons Google-publicdomainpictures.net

Un equipo científico internacional liderado por la Estación Biológica de Doñana CSIC, ha descubierto que el mosquito Culex pipiens, una especie común en España y principal transmisor de la malaria aviar, experimenta cambios en la comunidad de bacterias que habita en su interior, conocida como microbiota, cuando entra en contacto con los parásitos de esta enfermedad.

Según ha informado el CSIC en una nota de prensa, estos cambios podrían influir en su capacidad para transmitir la malaria aviar, una enfermedad que afecta de manera crónica a las aves y reduciendo tanto su éxito reproductivo como su probabilidad de supervivencia.

Los parásitos de la malaria aviar se transmiten entre aves a través de los mosquitos siguiendo un ciclo muy parecido al de la malaria humana, pero "no representan ningún riesgo para la salud de las personas".

Por eso, "constituye un buen modelo de estudio" para investigar la transmisión de este tipo de enfermedades en la naturaleza. Además, comprender sus mecanismos de transmisión "es fundamental no solo para avanzar en el conocimiento de las infecciones transmitidas por mosquitos, sino también para proteger la salud y la conservación de las aves silvestres".

El estudio ha sido publicado en la revista Scientific Reports y ha contado con la participación de personal científico de la Universidad de Uppsala (Suecia) y el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), entre otras instituciones, en el contexto de la Acción Cost Europa Wimanet.

Tal y como ha afirmado la citada nota de prensa, para estudiar estos cambios, el equipo analizó qué ocurre en la microbiota de los mosquitos después de alimentarse de aves infectadas con el parásito Plasmodium relictum, el más común que causa la malaria aviar. Para ello, se utilizó una técnica genética llamada metabarcoding, que permite identificar las distintas bacterias presentes en los mosquitos.

Así, compararon la microbiota de los insectos que habían picado a aves infectadas con la de aquellos que se alimentaron de aves sanas. Los resultados ofrecieron una imagen detallada de la comunidad bacteriana que habita en estos insectos.

En concreto, mostraron que la microbiota de Culex pipiens está dominada por bacterias del género Wolbachia, seguidas de Stenotrophomonas y Faecalibacterium.

Así, aunque no se observaron grandes diferencias en la cantidad total de especies bacterianas entre unos y otros mosquitos, sí se detectó una mayor abundancia de bacterias de las familias Bacteroidaceae y Rikenellaceae en los que se habían alimentado de aves infectadas.

Según la primera autora del estudio e investigadora predoctoral en la Estación Biológica de Doñana, Marta Garrigós, estos cambios "podrían tener consecuencias en la biología de los mosquitos". "La microbiota de los mosquitos que se alimentaron de aves infectadas parecen tener un metabolismo más activo de algunos nutrientes, lo que podría influir en la fisiología del mosquito", ha explicado la investigadora.

A partir de estos hallazgos, el equipo ha señalado la importancia de estudiar "más a fondo la relación entre las bacterias del mosquito y los parásitos que transmiten".

En este sentido, el también investigador de la Estación Biológica de Doñana, Josué Martínez de la Puente, ha afirmado que "es esencial entender cómo las bacterias que viven en los mosquitos pueden influir en la transmisión de parásitos como los de la malaria aviar y, por tanto, su papel en la propagación de enfermedades en la naturaleza".

Más allá de su interés científico, este trabajo "también es importante desde un punto de vista ecológico ya que los parásitos de la malaria aviar tienen efectos negativos en muchas especies de aves, por lo que entender cómo se transmiten tienen implicaciones relevantes, no solo en el contexto de la salud humana, sino también en la conservación de la fauna silvestre".