Negociación

El diálogo sobre Doñana, al margen de la investidura

El plazo que se dieron Moreno y Ribera se alarga porque la solución «es complicada»

Vista del Parque Nacional de Doñana
Vista del Parque Nacional de DoñanaLa RazónLa Razón

Cuando se reunieron el pasado 3 octubre el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la vicepresidenta tercera del Gobierno en funciones, Teresa Ribera, en San Telmo se dieron un plazo de un mes para pactar una solución consensuada sobre Doñana. Moreno anunció que se aplazaba el debate final de la polémica proposición de ley de reordenación de regadíos, impulsada por PP y Vox, y ambas administraciones se comprometieron a dialogar con los afectados y poner en marcha sendos planes de conservación y de desarrollo social en la zona.

El plazo de un mes ha expirado y el contexto político nacional se ha complicado, con una investidura en ciernes y con el descontento social en aumento por las concesiones del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a los independentistas. No obstante, la Junta aseguró que el diálogo sobre este asunto está al margen de la investidura. Así lo aseguró el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, quien señaló que la negociación sigue desarrollándose a diario y no está siendo para nada «fácil», sino que es «muy complicada» porque la problemática y casuística que están sobre la mesa obligan a adoptar decisiones que «no son fáciles de dibujar y de encajar».

El también consejero de Sostenibilidad recordó que el pasado lunes hubo una reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que se desarrolló en un «buen clima» y «constructivo», con intercambio de documentación y de propuestas.

Fernández-Pacheco manifestó que es cierto que el presidente de la Junta y la vicepresidenta tercera del Gobierno señalaron el plazo de un mes para resolver el problema, pero de momento se ha avanzado mucho durante estas semanas y ese «no debería ser el problema a la hora de alcanzar el acuerdo». «Confiamos en que la solución pueda llegar más pronto que tarde», según señaló el portavoz del Gobierno andaluz.

En el encuentro del pasado mes de octubre Moreno y Ribera comparecieron juntos para explicar que se abría «una nueva etapa», una «etapa de diálogo». La vicepresidenta apeló a un triple objetivo, convencida de que «necesitamos una Doñana rica, viva y que siga siendo la catedral de ecosistemas que siempre ha sido», pero al mismo tiempo una oportunidad de «progreso y prosperidad» que permita acabar con el procedimiento de infracción abierto por le UE y trabajando por un «círculo virtuoso», porque «todos somos conscientes de que nos miran desde fuera».

Después de meses de conflicto político, en los que Doñana fue usada como arma electoral, Moreno y Ribera acordaron enterrar el hacha antes de aprobar la polémica iniciativa en la Cámara.