Debate en la Cámara autonómica
Dudas sobre el diálogo y el avance económico de Andalucía
La oposición critica la «soberbia» del Gobierno andaluz y lamenta que la comunidad «no converge» con el resto de España
El diálogo pese a la mayoría absoluta y el avance económico de la comunidad autónoma han sido dos mensajes que ha venido defendiendo el Gobierno andaluz en este último año y que intentó desmontar la oposición en un debate de política general que resultó tedioso y sin estridencias. Abrió fuego en la sesión de tarde el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, criticando que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, no había llevado «ninguna novedad» a la Cámara, sino «refritos de otros anuncios». «El objetivo de esta convocatoria es salvar al soldado Feijóo», dijo García en una primera alusión al debate nacional que se coló constantemente en la sesión, dada la cercanía de las elecciones generales. Reprochó a Moreno que en su discurso de la mañana se olvidó de la sanidad y la educación públicas, además de la vivienda. «Los derechos básicos son para ustedes nichos donde hacer negocio, y la Junta un facilitador de esos negocios», subrayó, no sin antes criticar que el 95% de las rebajas fiscales han beneficiado al 2% de la población. También censuró García la defensa del andalucismo que ha venido manteniendo Moreno. «Usa la bandera de Andalucía para hacer oposición a Sánchez. Su andalucismo cabe en la cartera de Florentino Pérez y en las constructoras que pagan su campaña electoral».
Especialmente crítica se mostró la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, que usó un tono más beligerante que en sus habituales intervenciones parlamentarias. Acusó a Moreno de ejercer una «soberbia impropia» y criticó la integración de ex cargos de Ciudadanos en el Gobierno andaluz. «Hemos pagado con dinero público el entierro de Ciudadanos». Nieto insistió en que el Ejecutivo andaluz «desmantela» los servicios públicos, su mantra desde la primera legislatura del cambio, además de señalar que ejerce un «negacionismo científico», en relación a la polémica reordenación de regadíos en el entorno de Doñana.
El portavoz de Vox, Manuel Gavira, centró sus críticas en la actitud pasiva de la Junta, puesto que «se conforman con hacerlo una mijita mejor que los socialistas». Gavira dudó abiertamente de la voluntad de diálogo y consenso del Ejecutivo. «Su Gobierno se basa en aparentar, le presentamos casi 500 enmiendas al presupuesto y no aceptaron ninguna». Al representante de Vox le parecía adecuada la orden que tarificaba la asistencia sanitaria, que se retiró finalmente tras el revuelo creado. «Le temblaron las piernas. Era algo en lo que creía, pero le ha podido la presión».
A Vox no le gusta la defensa de la autonomía y rechaza los símbolos vinculados a este proceso en Andalucía. «Menos Blas Infante y más dependencia y mayores», aseguró, además de señalar que en las aulas existe «el mismo adoctrinamiento» que hace cinco años. «Se cree que por tener más diputados tiene la razón, y no es así. Nos da lecciones y hay que recordarle que usted fue presidente gracias a Vox», señaló Gavira.
El portavoz del PSOE, Juan Espadas, fue el que más alusiones hizo al debate nacional, un hecho que sirvió a Moreno para calificarlo como «ejemplar representante de Sánchez en Andalucía», alabando su «lealtad» al presidente del Gobierno.
Espadas centró su intervención en la evolución de la economía, marcada en los últimos meses por la inflación y las consecuencias de la guerra en Ucrania. Tachó de «regalo a las grandes fortunas» las rebajas fiscales y cifró en un 11% el aumento de la presión fiscal de las familias con las medidas de la Junta. Junto a ello, dudó de la expresión «locomotora de España» para hablar de la buena evolución de la economía andaluza, lo que le llevó a asegurar que «Andalucía no está convergiendo, sino divergiendo». «El PIB crece, pero menos que la media española y en el primer trimestre del año la inversión extranjera se redujo más de un 80%».
Le reprochó Espadas que sólo activó el diálogo con los agentes sanitarios en mayo, poco antes de las elecciones municipales, y dijo, irónicamente, que la Junta «no hace publicidad institucional, sino ciencia ficción». Pero el debate se mostró más agrio cuando sacó a la palestra los pactos a los que está llegando el PP con Vox en otras comunidades autónomas. «Estos acuerdos ponen en cuestión asuntos tan importantes como la igualdad o la defensa del colectivo LGTBI».
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