Turismo
Estos son los "pueblos mágicos" de Málaga
La provincia cuenta con enclaves singulares reconocidos por su naturaleza y su rico patrimonio
La Iniciativa Pueblos Mágicos, impulsada por por el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales IDL, pretende ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos locales impulsando el Desarrollo Turístico Local. Para formar parte de esta red de pueblos mágicos, se analiza cada territorio en base a diez áreas de trabajo que incluyen Calidad de Vida, Urbanismo, Patrimonio, Fiestas y Tradiciones, Gastronomía y Productos Locales, Paisajes, Naturaleza y otros intangibles que hacen que unos pueblos sean únicos, sean mágicos.
Actualmente, la red de Pueblos Mágicos está formada por 126 municipios, 5 de ellos malagueños.
Alfarnate
Alfarnate, pueblo serrano enclavado en un paraje natural en el extremo noroccidental de la Axarquía, rodeado por las sierras de Enmedio, Palomera y Jobo.Éstas montañas rocosas contrastan con los cultivos de olivos y cerezos del valle. Su fundación se remonta al período de dominación musulmana , hecho que es recogido por la tradición durante la fiesta de moros y cristianos que se celebra cada septiembre.
Se puede admirar sus monumentos, su arquitectura de origen árabe que conserva detalles pintorescos, que bien merecen una visita. Un ejemplo lo encontramos en la antigua Venta de Alfarnate (hoy convertida en restaurante-museo), que fue visitada por personajes como Alfonso XIII, José María el Tempranillo o Luis Candelas.
La comida tradicional local es variada, típica de la montaña, contando con platos como las sopas cachorreñas, entre otros destacados. Se sigue conservando la tradición artesana de la forja y la fragua.
Comares
Este pequeño municipio se levanta sobre una peña que por el norte domina el corredor de Periana y parte de los Montes de la Axarquía, por el sur una vasta extensión que abarca el valle de Vélez y la sierra de Tejeda. La principal riqueza de Comares la constituye la producción de aceites y vinos; y, la recolecta de almendras, siendo parada obligada en la Ruta del aceite, el vino y la pasa.
De origen Árabe, su situación demuestra el carácter de puesto vigía que debió tener y su fisonomía conserva los rasgos de los pueblos que se forman en torno a una fortaleza, con calles sinuosas y estrechas de casas blancas, ventanas enrejadas con macetas de geranios. Sorprende ver cómo la piedra se incrusta en las casas blancas constituyendo así un elemento más de decoración. Podrá pasear dejándose llevar por el laberinto de sus calles y encontrarse con restos de antiguos asentamientos árabes: los restos de la fortaleza, el cerro de Maxmúllar, el Aljibe, que fue declarado en 1931 Monumento Histórico-Artístico-,y la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación (siglo XVI), de estilo mudéjar.
En Comares se confeccionan artesanalmente las ropas y demás atuendos que llevan las pandas de verdiales, especialmente los espectaculares sombreros. En cuanto a la gastronomia, las especialidades culinarias de Comares son el gazpachuelo y la sopa de puchero. Por lo que respecta al folclore, disfrutará de los verdiales de Comares que se diferencian de los que se cantan y se bailan en los Montes porque tienen un estilo muy particular al ser más rápidos de ejecución.
Atajate
Enclavado entre los valles del Guadiaro y el Genal, en la Serranía de Ronda, Atajatees un pequeño pueblo de casas blancas y de origen árabe. Atajate solo tiene 150 vecinos y por eso es conocido como el municipio más pequeño de toda la provincia de Málaga.
Aún con tan pocos habitantes, Atajate cuenta con interesantes fachadas dieciochescas y varios atractivos monumentales que visitar. La iglesia de San José o de San Roque fue construida durante el siglo XVIII, pero sus líneas barrocas pertenecen a la reforma realizada un siglo más tarde. En el exterior aún se conserva parte de la portada de ladrillo de estilo renacentista, la muestra arquitectónica más antigua del municipio.
La Fuente-Lavadero es una verdadera muestra de la arquitectura popular de la Serranía de Ronda. Se trata de una construcción techada simple a la que acudían las mujeres a lavar. Otra fuente a destacar de Atajate es la de Barrio Alto.
En las calles de este municipio descubrirás un Museo Abierto del Mosto. A través de textos, ilustraciones y herramientas tradicionales, como una vieja prensa, puedes acercarte al proceso de elaboración de esta bebida tan relevante en el pueblo. También, a través de murales cerámicos instalados en algunos edificios del pueblo, se narra cómo Atajate ha ido evolucionando histórica, política y socialmente a lo largo de los siglos.
Canillas de aceituno
l municipio de Canillas de Aceituno se extiende por las laderas de Sierra Tejeda hasta el pico de La Maroma, el más alto de la provincia Málaga. Por su singular emplazamiento, este pueblo de la Axarquía es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, pero también de la cultura.
Fundada durante la dominación musulmana, la villa conserva de su pasado árabe el diseño de sus calles e interesantes muestras arquitectónicas. Este legado histórico propicia que Canillas de Aceituno forme parte de la Ruta Mudéjar, declarada de Interés Turístico de Andalucía.
Es imperdible la iglesia de Nuestra Señora del Rosario y San León Magno data del siglo XVI y su estilo es gótico-mudéjar. Se encuentra situada en parte alta del pueblo y desde su terraza se puede contemplar el paisaje. En su interior hay dos capillas barrocas y una imagen de la Virgen de la Cabeza con valiosos atributos de plata, junto a otras interesantes obras de arte. Del exterior del templo destaca la torre de su cabecera.
Paseando por la villa se puede ver también la Casa de los Diezmos o de la Reina Mora, con su torre de arcos geminados ciegos. El edificio, ejemplo de la arquitectura mudéjar tan típica de la zona, era el lugar en el que se controlaba el comercio de gusanos de seda y de hojas de morera.
Otra muestra de la arquitectura histórica del pueblo es la Casa Esgrafiada. Fue construida en el siglo XVI y está decorada con motivos moriscos y arcos de herradura. El inmueble dispone de una torre-mirador erigida en el siglo XVII.
Canillas de Aceituno dispone de varios aljibes, que muestran la importancia del agua en este municipio de la comarca de la Axarquía. El Aljibe Árabe o Medieval es del siglo XVI y se encuentra en la calle Huertezuelo. Otros más modernos son los de El Pilar Grande y El Chico.
Desde el mirador del Castillo y la cuesta de la calle Calzada se aprecian además los vestigios de la fortaleza de Canillas de Aceituno. Ocupada por los cristianos durante la reconquista de 1487, del complejo fortificado se conservan algunos restos de la muralla que protegía la villa.
El Borge
Rodeado de viñedos y de tradicionales casas de labor, El Borge es la capital indiscutible de la pasa. El municipio se extiende por el territorio fronterizo entre la comarca de la Axarquía y los Montes de Málaga, ofreciendo un paisaje rural que el tiempo no ha sido capaz de alterar.
En este pueblo de origen árabe predomina el blanco de sus casas en contraposición con el colorido de las flores que adornan ventanas y balcones. El Borge, además, es un punto de referencia para conocer el fenómeno del bandolerismo andaluz.
El Borge posee uno de los edificios religiosos más originales de la Axarquía: la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Construida en el siglo XVI, es una combinación de los estilos gótico tardío y renacentista con elementos mudéjares y barrocos. Del templo, declarado Monumento del Patrimonio Histórico Andaluz, destacan sus camarines del siglo XVIII, su armadura de madera y su torre con tejado de cerámica vidriada.
Caminando por la villa te toparás con la fuente del Cuerno, de origen árabe, y con la fuente de la Vendimia, cuyas aguas provienen del manantial de la Fuensanta. Esta última, situada en las proximidades de un típico lagar, está decorada con la escultura de un vendimiador.
En la entrada del pueblo se alza el Arco de la Pasa, con el que se rinde homenaje al producto más típico de El Borge. El monumento incluye dos murales dedicados al célebre teólogo Martín Vázquez Ciruela y al médico y botánico árabe Ibn-Baitar.
El Barrio del Rinconcillo es otro lugar de obligado paso por las peculiaridades de su trazado urbano. Es aquí donde mejor se puede apreciar cómo la arquitectura popular adopta eficaces soluciones para salvar las irregularidades del terreno montañoso de El Borge. A las empinadas calles, algunas con escaleras, se asoman sus casas encaladas y adornadas con geranios y gitanillas.
En este pueblo de la Axarquía nació uno de los forajidos más famosos del siglo XIX, "El Bizco de El Borge", cuya casa es hoy un hotel-museo. Además de exhibir una curiosa colección de objetos relacionados con el bandolerismo andaluz, la Posada del Bandolero cuenta con un restaurante donde se pueden degustar platos típicos de la gastronomía autóctona de la comarca.
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