Más eventos en las zonas poco turísticas para combatir la estacionalidad en Andalucía

Andalucía «todo el año y en todo el territorio». La Junta quiere expandir el atractivo turístico de la comunidad autónoma y, para ello, ha trazado la denominada Estrategia de Desestacionalización, un marco global de actuación que se aplicará a toda la política turística de la Administración autonómica. ¿De qué manera? Redistribuyendo los flujos de visitantes y llenando de contenido las zonas con menos afluencia. El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, aseguró en Fitur que la estacionalidad «es una cuestión estructural del turismo, dentro y fuera de España», al concentrar grandes flujos en un periodo corto de tiempo, generalmente durante el verano. Sin embargo, «desde el concepto clásico de sol y playa, Andalucía se ha transformado en un complejo ecosistema donde conviven decenas de segmentos diferentes y cientos de destinos con reconocimiento internacional». Es esta potencialidad la que se quiere aprovechar para combatir este fenómeno .Bernal valoró los avances en el mantenimiento de la actividad en el destino, alargando en el último año la temporada alta «prácticamente de abril a noviembre». Las altas temperaturas han ayudado a este extremo. Además, este ha sido uno de los principales fines de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino, con una inversión en municipios andaluces de 225 millones de euros El consejero remarcó, por tanto que el turismo «es un generador de empleo y riqueza que debemos cuidar y no hay otro camino para conseguirlo que apostar por la sostenibilidad y la calidad», con la desestacionalización como elemento «clave» para lograr este objetivo. Andalucía cuenta con un punto de partida «prometedor», con un grado medio de estacionalidad del 0,3 según el índice Gini de 2022, en un nivel similar al conjunto del país, pero con claras perspectivas de mejora cuando se vuelva a calcular con los datos del pasado ejercicio.

La estrategia andaluza actuará con un triple enfoque. En primer lugar sobre el territorio, a través del impulso a la celebración de eventos en municipios con menor afluencia turística, «para darles proyección y ofrecer oportunidades a zonas de nuestra comunidad menos conocidas en el exterior». También se actuará sobre el tiempo, aplicando de forma más eficiente la inversión en acciones promocionales y de comunicación dirigidas a las temporadas de menor afluencia, para escalonar la llegada de visitantes durante todos los meses del año. Finalmente, se incidirá en el turista, ampliando la cartera de rutas y mercados y dirigiéndose a nuevos perfiles de viajeros potenciales, especialmente aquellos menos vinculados a los motivos estacionales y los periodos vacacionales, como los turistas asiáticos y americanos o nichos como la Generación Z. Bernal aseguró que se han analizado todas las competencias de la Consejería para identificar los márgenes de mejora que contribuyan a gestionar la estacionalidad de la industria turística andaluza, ya que su reducción «supone alcanzar una mejor distribución de los ingresos, reducir la presión sobre los recursos, dotar de mayor calidad al mercado laboral y mejorar la experiencia del turista». Al igual que en la presente edición de Fitur, «queremos sumar la fuerza de todos los destinos bajo la marca Andalucía», mediante acciones que permitan elevar las llegadas fuera de la temporada tradicional «en las zonas litorales como en el interior». Se trata, según afirmó, de «equilibrar los flujos turísticos tanto en el tiempo como en el territorio sin renunciar a nada».