Un estudio de Caixabank advierte del deterioro de la capacidad de compra de los hogares

CaixaBank Research, el Servicio de Estudios de CaixaBank, estima una "pérdida de dinamismo" en la economía andaluza para 2023, con un aumento del PIB del 1,1% --frente al 1,3% en España--, lastrada por el deterioro de la capacidad de compra de los hogares, en un contexto de elevada inflación y subida de tipos de interés.

En sentido contrario, también prevé que el crecimiento se vea impulsado por el tirón del turismo, sobre todo el internacional, donde todavía hay margen de mejora.

En líneas generales, señala que la economía andaluza está teniendo un comportamiento "muy similar al del promedio español" y estima que el PIB andaluz creció en 2022 un 5,3% --5,5% para el conjunto de España--. El crecimiento se apoyó en el vigor del mercado laboral y el buen comportamiento del sector industrial, sobre todo las ramas energéticas, lo que, a su vez, impulsó las exportaciones de derivados del petróleo.

Con 8,5 millones de habitantes, Andalucía es la mayor región en términos demográficos, con el 18% del total nacional, pero su PIB per cápita asciende a 18.906 euros, el más bajo del país y un 25,9% inferior a la media española.

En términos de especialización productiva, Andalucía destaca por un mayor peso relativo de la agricultura (6,7% de su PIB frente al 2,9% en media nacional) y de los servicios públicos (23,6% frente al 19,2%), mientras que el peso de la industria manufacturera (7,7%) es significativamente inferior a la media (12,8%). El peso del PIB turístico en la región se estima en un 12,5%.

Aunque Andalucía ha aumentado intensamente su capacidad exportadora en la última década, el peso de las exportaciones de mercancías en el PIB regional aún es inferior al promedio español (21,5% frente al 26,2%).

Sus ventas al exterior ascienden a 42.958 millones de euros (2022), el 11% de las exportaciones españolas: destacan frutas, legumbres y hortalizas (18,0% del total), combustibles y aceites minerales (17,6%) y productos químicos (11,1%). Andalucía exporta casi el 54% de los aceites y grasas del país, el 36,5% de minerales y el 35% de frutas y legumbres.

Según el estudio de CaixaBank, el empleo en Andalucía está mostrando "una evolución muy favorable". Tras cerrar 2022 con un crecimiento de la afiliación del 3,6% (3,9% en el conjunto del país), el pasado mes de febrero el ritmo de avance se situó en el 2,1% interanual (frente al 2,4%), destacando el dinamismo en hostelería y construcción.

La cifra total de afiliados se sitúa un 6,7% por encima del nivel de febrero de 2019 (6,8% para España). La tasa de paro (19,0% en el cuarto trimestre de 2022) es la más alta del país: aunque mejora los registros anteriores a la pandemia (20,8% en el 4T 2019), supera en seis puntos la media nacional.

El índice de comercio minorista (en volumen), afectado por las tensiones inflacionistas, cayó un 1,1% en 2022, tasa similar a la media, mientras que en los primeros compases de este año retoma la senda positiva y crece un 7,2% interanual en enero (+7,6% en España).

La producción industrial registró en 2022 uno de los mayores crecimientos de todas las regiones (4,3% frente al 2,4% de media), gracias a las ramas energéticas (existen dos refinerías en la región) que se beneficiaron del contexto internacional. Fruto del importante efecto base, en enero de este año anotó una notable contracción (-11,1% frente al +1,2%), se alejó de los niveles de enero de 2019 (-21,0% frente al -6,1%).

Dinamismo de las exportaciones

El estudio señala que las exportaciones fueron "muy dinámicas en 2022". Impulsadas por las ventas de productos energéticos, en un contexto internacional de precios elevados, y de material de transporte, crecieron un 24,3% (22,9% en España). En enero de 2023 se frenan sensiblemente, afectadas por la corrección de los precios de exportación de derivados del petróleo, y crecen un 6,2% (frente al 16,2%), superando en un 10,7% los niveles de enero de 2019 (frente al 32,8%).

Por último, destaca el sector turístico andaluz que es "menos dependiente del turista internacional". Las pernoctaciones hoteleras de extranjeros suponían (antes de la pandemia) el 53% del total (65% en España). La recuperación en 2022 fue menos intensa que en el conjunto del país: las pernoctaciones totales cerraron con una caída del 6,4% respecto a 2019 (frente al -4,7%). El dato de enero ha sido prometedor: supera los niveles de 2019 en un 4,0% (frente al +1,8%)