Eurovisión

Fosforito sobre Blanca Paloma: "No es flamenco, pero suena a Lorca"

"Tenemos la responsabilidad de aclarar que el flamenco es otra cosa, no creemos más confusión”, asegura el cantaor

«Fosforito» ya tiene un museo para contar su cante
El cantaor flamenco Fosforitolarazon

El histórico cantaor cordobés Antonio Fernández Díaz Fosforito, ha destacado la calidad musical de la cantante Blanca Paloma, que representó a España el pasado fin de semana en el Festival de Eurovisión con ‘EAEA’, canción de la que, ha entendido, que “no es flamenco, pero suena a Lorca, y Lorca era flamenco”. En declaraciones a EFE en Sevilla, donde este lunes ha recibido la ‘Llave de la Casa de los Autores', de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), que reconoce medio siglo de aportación a la cultura en todos los ámbitos, el cantaor de Puente Genil se ha mostrado de acuerdo con compañeros como Arcángel, que defienden que la canción no se puede catalogar en el flamenco: "no es flamenco, lo que pasa es que es un tema que suena a Lorca, y Lorca era un poeta maravilloso y flamenco”, ha enfatizado.

Sobre Blanca Paloma, ha dicho que “canta muy bien, muy guapa, muy bonito”, pero ha dicho que el flamenco se tiene que entender como otra cosa, para recordar que “ha sobrevivido a través de los siglos contra viento y marea, y ha superado guerras, pandemias, todos los ataques del mundo”. En sus redes sociales, Arcángel ha sido tajante para decir que “Blanca Paloma no hace flamenco”, y ha puesto el ejemplo de María Peláe, “premiada con el mejor álbum flamenco”, que “tampoco hace flamenco, de la misma manera que yo no soy cantante pop”.

“Las respeto, pero tenemos la responsabilidad de aclarar que el flamenco es otra cosa, no creemos más confusión”, ha concluido el cantaor onubense. A sus 91 años, ya retirado del mundo de la música, Fosforito ha reflexionado sobre el mundo del flamenco actual, en el que “hay gente que canta muy bien, hay de todo como en la viña del Señor, pero hay gente joven y menos joven que canta muy bien y mantiene la llama viva del cante”.

Y eso tras superar que en los años 60 hubiese locales con carteles que prohibían el cante, porque “la guerra trajo un estado muy raro, había problemas y unas controversias que dieron muy mala prensa al flamenco”, pero “es la esencia del pueblo, nacido del pueblo, y lo crean los cantaores”, que “hasta le dan nombre a algunos palos”.